Es difícil dejarte ir cuándo ni siquiera le hemos dado un punto final a nuestra historia.
Es difícil tener que despedir algo que sigue inconcluso, algo que daba para más de lo que fué.
¿Cómo voy a ser capaz de olvidar(te) sin un "adiós"?
Sin una explicación.
Creí que un simple punto y aparte sería suficiente para parar la historia un momento, unas horas, unos días para pensar. Un cambio de página. Para que me ayudaras a decidir. Para que me demostraras que debería quedarme y que querías que lo haga.
Pero supongo que ni las más hermosas palabras que he escrito para tí serían suficientes para que te dignes a darnos un descenlace.
Podría ser una historia autoconlusiva, porque tu silencio fue la respuesta que necesitaba.
Podría haber sido un final abierto, porque aún así sigo teniendo mil teorías de qué pasó.
Incluso podría ser una que se sigue escribiendo, a su tiempo. Pero tu indiferencia me hizo deshechar la idea por completo.
O bien, podría ser una sin término.
Un final no escrito. Por falta de tinta. Por falta de tiempo. Por falta de inspiración.
Por falta de amor a la obra, a nosotros.
Somos (fuimos) un libro incompleto del que me pregunto cómo pudo haber acabado.
Una historia sin final que, de la peor manera, lo tuvo.
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La caja de los secretos
PoetryNúnca conocerás a una persona por completo a menos que te metas a sus pensamientos. Y ahí, en un pequeño rincón escondido de mi habitación, hay una caja con los míos; en dónde se refugian mis temores y pesadillas; en dónde se encuentra lo que más de...
