𝟎𝟎𝟐

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24 de diciembre
10:45 pm

𝐍 𝐀 𝐕 𝐈 𝐃 𝐀 𝐃

De pequeños Boram traumatizó a Jungkook con la historia de la sirenita, sin saber que una parte de esa historia sería un presagio de lo que estaba por venir, pues el joven Jeon sentía que cada paso que daba eran como cuchillas que se atraviesan en las plantas de sus pies. No eran producido por los nervios o emoción, era desgrado ante la idea de estar casado. Egoístamente lo habían unido a una mujer que no amaba, pero debía pretender que así debido a que no tenía opción, Jungkook nunca tenía opción.

Mientras caminaba hacia el restaurante con esa sensación de que cada paso que daba era un tormento Jungkook no podía evitar sentir que estaba cometiendo un error garrafal ¿Realmente estaba dispuesto a sacrificar su vida y futuro por aprobación? ¿Hasta dónde podía llegar la tóxica influencia de unos padres que siempre lo habían obligado a hacer lo que era correcto con la excusa de que era por el bien familiar? Familia... ¿Podría él decir que eso era una familia? Hasta empezaba a dudar si conocía el significado detrás del término.

- ¿Estás seguro de que vas a casarte con ella?

Escuchó a Jimin a través de la línea de teléfono. La voz de su amigo era llena de preocupación, y Jungkook sabía que aquel rubio era el único que realmente lo entendía.

- Si... Eso creo - respondió Jungkook, sin mucha convicción.

- Hmm, no suenas muy convencido - dijo Jimin. - ¿Sabes que si no quieres y tus papás te echan de casa puedes quedarte siendo mi roomie, cierto?

Jungkook sonrió débilmente al otro lado de la línea. Sabía que Jimin estaba tratando de ayudarlo, de darle una salida.

- Lo sé, lo sé - dijo. - Pero creo que esto es lo correcto, casarme con Sohee, es lo correcto.

Pero mientras decía esas palabras, Jungkook no podía evitar sentir que estaba mintiendo, no solo a Jimin, sino también a sí mismo. ¿Era realmente lo correcto casarse con alguien que no amaba? ¿Era realmente lo correcto sacrificar su felicidad por complacer a sus padres una vez más? Jungkook no lo sabía, pero sí sabía que no tenía otra opción o quizás no quería ver otra salida fuera de los muros que le habían establecido.

- Bueno, si tú lo dices - dijo Jimin con una risa sarcástica. - También te llamaba para decirte que estaré en el mismo restaurante que tú acompañado de mi amigo Yoongi. Supe por él que habrá un cantante famoso allí y por nada del mundo nos lo vamos a perder.

Jungkook suspiró, sabiendo que Jimin y Yoongi serían un espectáculo en sí mismos.

- Todos hablan de él como si fuera la octava maravilla del mundo, hasta mi hermana me pidió que le consiguiera un autógrafo - dijo con una sonrisa.

- Jungkook, no todos los días viene un cantante famoso a un restaurante fuera de la capital, es obvio que es prácticamente la octava maravilla del mundo - bromeó Jimin.

- Si, si, lo que digas - dijo Jungkook con una risa. - Debo colgar, ya casi estoy llegando a encontrarme con Sohee.

- Suerte con eso - dijo Jimin con sarcasmo. - Estaré viendo todo desde otra mesa, ya sabes, con Yoongi.

Si, con el "amigo" con el que se besa y sabrá cuántas otras cosas desde hace meses.

Jungkook sonrió débilmente, sabiendo que Jimin estaba bromeando, pero también sabiendo que había un poco de verdad en sus palabras. Quizá en parte Jungkook envidiaba la libertad de Jimin, la capacidad de ser él mismo sin temor a las consecuencias. Pero también sabía cuánto le había costado a su amigo poder ser él mismo, cuántas batallas había tenido que librar para ser aceptado. Así que solo asintió, colgó el teléfono y siguió caminando hacia su destino.

SEVEN DAYS  | TAEKOOK / KOOKTAE (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora