5 a.m. | FreenBecky

Capítulo 4

Antes del encuentro con Charlotte

Pude ver a Looknam agarrando su iPhone en el momento en que entré a nuestra casa.

"Estaba a punto de llamar a la policía porque no aparecías..."

"Estoy bien..."

Estaba caminando directamente a mi habitación cuando su risa me detuvo.

"Me parece que estás más que bien..."

Mi sonrisa desapareció cuando vi la mirada sospechosa en el rostro de Looknam. Ella levantó una ceja sospechosa, señalando las marcas en mi cuello.

"Picaduras de insectos." Bromeé, frotando con cuidado las marcas que Rebecca me había dejado.

Se echó a reír ante mi ridícula réplica.

"Debe ser un insecto enorme... Mi beb... quiero decir, Seng, te está buscando... Me dijo que te dijera que lo llamaras ahora mismo".

"Estoy cansada..."

"Apuesto a que estás muy enamorada de quien sea que te tenga así... Pero Seng ya te dejó jugar con esa persona misteriosa durante una semana. No crees que te va dejar tener otra semana libre, ¿verdad?"

Looknam tenía un buen punto. Tan mal como suena, todavía estoy metida en este negocio... y no sé si algún día pueda salir.

*

Simplemente me acosté abatida en la cama, extrañando inmediatamente el calor al que había estado tan acostumbrada durante la última semana. Inconscientemente palmeé el espacio a mi lado, dándome cuenta de lo inútil que era, simplemente agarré una almohada, acercándola a mí mientras me dormía.

Becky, ya te extraño...

Flashback

"Ummm hola..."

Hay dos tipos de mujeres que me miran, la primera, es la mujer que piensa que soy una diosa, mientras que el resto del mundo me ve como la villana que quiere destruir el mundo.

Lamentablemente, la secretaria de la oficina de Rebecca pertenece al segundo grupo.

En el momento en que me vio, dejó escapar un gemido intencional, como si todo lo que seré fuera una pérdida de su precioso tiempo.

"¿Sí?... ¿puedo ayudarla?" ella se burla.

"Sí, ¿puedo ver a Rebecc... a la abogada Armstrong, por favor?"

"¿Separó una cita?"

"No..."

"Entonces, lo siento, la abogada Armstrong es una persona ocupada. La gente tiene que programar con una semana de anticipación para tener una reunión de 10 minutos con ella".

Lo dijo tan abruptamente asegurándose de que yo entendiera el punto y me fuera. Entendí su punto, pero no hay forma de que me vaya.

"Solo dígale que es Freen..."

"Señorita... le dije..." Ella podría ejercer más fuerza en lo que dijo, pero no es nadie con quien deba ser analizado.

"Dígale que es Freen, si ella dice que no me verá, entonces me iré, sino entonces hey... al menos lo intentamos, ¿verdad?"

La secretaria se burla de nuevo antes de agarrar el teléfono.

"Buenas tardes abogada Armstrong, está aquí una mujer, dice que su nombre es Free- oh, ¿la hago pasar?"