Prólogo

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— ¿Ya? ¿Me vas a contar que paso?

YoonGi soltó un suspiro tembloroso mientras observaba el cielo resplandeciente sobre ellos. Un pensamiento rondaba por su mente, una imagen clara en donde veía a aquel pequeño rubio de mejillas gorditas y una sonrisa que hacía que su estómago sintiera mariposas, como decían los chicos de hoy en día, quizás eran lombrices

— Pues...— Intento concentrarse para poder hablar claramente — Le dije...Le dije que quería salir con el a algún lado

— ¿Aja? — Musitó Hoseok desesperado por saber. Si, era un chismoso de primera y lo decía a toda honra

— Yo...Bueno, el me dijo que realmente no era muy fan de salir a pasear por la calle y menos por el día, entonces le dije que podíamos vernos en su casa

Hoseok alzó las cejas, que directo había sido YoonGi en ese momento, pero claro, cuando uno quiere algo, hasta los calzones vende para obtenerlo y si YoonGi quería poseer el cuerpo del rubio, haría de todo

— El me dijo que estaba bien y me preguntó que haríamos, entonces le dije que "veríamos Netflix" — Y ahí estaba la famosa frase, claramente no le había propuesto ver Netflix en verdad, solo eran unas cuantas engañosas palabras para llevar la situación a tercera, cuarta, quinta y sexta base si era posible

— ¿Y que te dijo? ¿Acepto?

— Si, acepto y me dio la dirección de su casa — Hoseok dio un saltito en su asiento, emocionado de escuchar aquello

— ¿Y que tal? ¿Que tal estuvo el suceso?

— ¡Es que eso es lo que me tiene así! — Bocifero desesperado y exaltandose en su lugar, Hobi hizo una expresión de confusión observando atentamente a su amigo

— ¿Pero por qué? ¿Tan bueno estuvo?

YoonGi perdió su mirada en la mesa, recordando lo sucedido el día de ayer

— No...es que...es que lo raro es que si vimos Netflix juntos, y a mi me gustó mucho más eso que lo que tenía planeado...

Hoseok se quedó sin palabras, tenía la boca abierta y las cejas alzadas a más no poder, pues realmente se sentía más impresionado que cuando Jake Sully paso su alma al cuerpo del Avatar

— Hyung, ¿que...

— ¡YoonGi-Hyung! — Ambos voltearon a ver hacia la puerta del salón, donde se encontraba el susodicho rubio de mejillas esponjositas, se veía hermoso en su uniforme de deporte

Jimin practicaba Volleyball, por lo que el uniforme de su equipo era un ajustadisimo short de color negro que llegaba hasta el borde de sus voluminosos glúteos, junto con una playera ajustada con las mangas cortas, todo del mismo color, el logo del equipo llamado "NottingBall" resplandecía en el medio, con letras blancas y moradas, tenía unas rodilleras y coderas puestas, junto a sus zapatos pulcramente blancos

Jimin se veía hermoso, tenía un cuerpo tan curvilíneo y precioso que lo hacía uno de los Donceles más codiciados de toda la escuela

— Jimin, hola — Saludo YoonGi fingiendo no querer correr hacia el y besarlo con todas sus ganas, en lugar de eso, se puso de pie y camino hacia el con tranquilidad, el menor se paró de puntitas para envolver sus brazos al rededor de su cuello y abrazarlo cariñosamente, el pelinegro sintio su corazón acelerarse y no perdió tiempo en enrollar sus brazos en su pequeña cintura para apretarlo contra si mismo, por un momento perdió la noción del tiempo y solo se centró en aquel abrazo tan lindo y cálido, aquel aroma suave a fresas lo hacía sentirse como en casa, solo quería permanecer así por mucho tiempo

— ¿Hyung? — Hablo el doncel sacándolo de sus ensueños, YoonGi reaccionó rápidamente y se separó lentamente de el, Jimin le sonrió tan bonito que sus piernas temblaron levemente — Venía a decirle que hoy a las seis de la tarde sera mi partido contra la escuela de Class High, y quería saber si quiere venir a verme jugar

Hablo el pequeño con las mejillas levemente rojas. Hoseok observaba todo en silencio, la interacción entre ambos parecía tan natural como a la vez tímida y nerviosa

"Esos dos terminarán juntos" pensó observando como el menor mantenía sus manitas en el pecho de su Hyung y este mismo las mantenía en su cintura, ninguno parecía nada incómodo con ese tacto

— ¿A las seis? — repitió el pálido, recordando que a esa hora había quedado con su amigo Namjoon para jugar un poco en su nueva consola

— ¡Si! ¿Ira?

El menor parecía tan alegre con la idea que YoonGi perdió el aire por un momento, dios, Namjoon lo mataría

— Seguro, estaré ahí en primera fila alentandote Minnie — Sonrió mostrando sus encías rosáceas

Jimin pego un brinquito de la alegría y nuevamente subió sus brazos para abrazar al pelinegro por detrás de su cuello

— ¡Gracias gracias gracias! ¡Prometo anotar mucho por usted! — Su dulce voz tan melodiosa lograba encantar los oídos del pálido

Sin duda este solo era el inicio de un amor adolescente, una dulce historia juvenil que sería un hermoso recuerdo en un futuro.

Be Mine - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora