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Bella se estaba acostumbrando a la rutina diaria a pesar del clima carente de sol y la humedad constante. La escuela era en su mayoría aburrida, Jessica la seguía llevando con ella a la cafetería donde hablaban con todos los demás del grupo sobre una y otra cosa.

Lo único que hasta ahora lograba qué ella sintiera algo más que aburrimiento eran los Cullen. Específicamente, Edward Cullen. Si bien, la primera vez que estuvieron juntos en clase ella estaba segura que Edward era grosero por la forma en que parecía querer alejarse de ella como si oliera mal, el hecho de que él no volviera a clase la siguiente semana la obsesiono un poco.

Y cuando regreso, se comportó amable preguntado sobre ella pero Bella se dio cuenta que estaba aburrido, como si estuviera pensando en otra cosa. Ella volvió a pensar que Edward Cullen era grosero.

Aun así, había algo en los Cullen qué no dejaba de picar su mente. La forma en que se movían, como eran tan pálidos y el color de sus ojos.

-¿Escucharon? - la voz de Mike saco a Bella de sus pensamientos. Estaban en la cafetería, Jessica y Laurent sentadas enfrente de ella y Angela. Mike llego con Erik a cuestas.

-Si es sobre el chico nuevo, si, escuchamos sobre eso. - dijo Taylor mientras comía un poco de su pizza para desagrado de todas.

-Él me recuerda a alguien - comentó Angela, Mike estuvo de acuerdo con eso.

-Si yo hubiera visto antes a un lindo chico británico de ojos como esos no lo olvidaría. - comentó Jessica

-¿Ya tuviste clase con él? - Bella no pudo evitar preguntar, dado que ella solo escucho sobre el chico nuevo pero no había visto nada de él. El hecho de que este chico se llevara la atención de ella era bastante bueno en su libro.

-Si, en Deportes. La chica Cullen, Alice paso todo el tiempo hablando con él. - comentó Jessica con lo que parecía ser algo de desdén- También hablo un poco conmigo, digo, parecía querer estar lejos de Alice, si la forma con la que se apresuró a hacer equipo conmigo dice algo. Aunque él no me contó nada que explicara porque se mantenía lejos  Alice Cullen, quizá son sus modales británicos. 

Bella se sorprendió ante eso. Por lo regular, parecía que cualquier chico que estaba en esta escuela morirá porque una de las Cullen les prestará atención.

-Ahí viene--señaló Mike. El chico nuevo entro a la cafetería, vestía un suerte rojizo con una R dorada bordad al frente, pantalones negros ajustados y botas altas que estaba segura eran de algún reptil. El cabello negro estaba revuelto por todos lados pero a diferencia de Edward este parecía un nido de pájaros. Las gafas de montura redonda eran casi invisibles si no fuera por la luz que se reflejaba en sus armazones de metal.

-Lo que dejo algo extrañada a Bella eran sus ojos, de un verde sobrenatural. El chico paseo su mirada por la cafetería, por un momento demasiado corto esa mirada termino en ella, algo hizo qué los vellos de la piel de Bella se erizaran antes de que el chico apartará su mirada y caminara hasta una mesa vacía al fondo. Entonces se dio cuenta que los Cullen venían detrás de él.

Bella pensó en una mamá pato con sus polluelos por la forma en que todos lo siguieron sin más. Era extraño, y por las miradas consternadas de más de uno de su mesa no era la única qué pensaba eso.

......

Harry suspiro para sus adentros. Se suponía que estos Diurnos debían tener experiencia mezclándose con adolescentes si tomabas en cuenta el montón de veces que se habían graduado, pero al parecer ir a la secundaría muggle no te da las experiencia para ser un humano normal de 17 años.

-Todos están preguntándose porque estas con nosotros- comento Edward mientras desenvolvía una paleta de sangre de dragón.

Harry lo fijo con una mirada que aprendió de Hermione cuando él estaba comportándose de manera idiota. Edward compuso una mueca al darse cuenta de su desliz- No puedo controlar eso todo el tiempo- mascullo a la defensiva

-Por eso te haré ese amuleto, pero debes poner de tu parte Cullen- Harry había dejado claro que "la lectura de mentes" era un gran NO, y Edward Cullen tenía que aprender a controlar sus habilidades como lo era Jasper si no  quería que Harry utilizara métodos drásticos al respecto. El amuleto rúnico era solo una forma de hacerse cargo de eso.

Edward parecía querer discutir, pero por alguna razón que Harry no entendía, el chico simplemente asintió. Eso realmente era lo que más erizaba a Harry, estaba completamente seguro que Edward Cullen, a pesar de su apariencia similar a la de Cedric, tenía el carácter de Draco Malfoy. Y por ello, sabía que el Diurno tenía bastantes argumentos sobre su don y las demandas de Harry para que lo controlara.

Aunque no eran demandas de Harry, dado que Carslie Cullen era un Black  estaba bajo las normas de MACUSA, aun cuando era un Squib. Y debido a que estos Diurnos tenía dones ellos entraban en ese barco. Y no iba a empezar por la extraña magia que sentía en la Push. Estaba dispuesto a apostar sus suéteres Weasley que ahí había al menos cambiaformas. 

-Y, el hecho de que hablen de eso es porque ustedes entraron detrás de mi como si fuera su madre oso- Harry escavo en su plato de carne y puré hecho en casa con entusiasmo. Una de las ventajas de revivir y tener este cuerpo era que podía saborear de nuevo la comida. 

Emmett soltó una carcajada que llamó la atención de más de uno mientras Rosalie rodaba los ojos. A Harry le caía bien el par. Emmett era un tipo alegre y despreocupado que le recordaba un poco a Charlie mientras Rosalie tenía una aura similar a la de Fleur y Gabrielle.

-Debemos practicar nuestras entradas- se animo Alice con una sonrisa deslumbrante. Alice tambíen le agradaba, era una Luna más dura y con dieta diferente

-Nop- Harry exploto la "p" con enfasis, Alice se desinflo de su entusiasmo y eso quiza lo hizo sentirse un poco mal- Solo sean... más naturales.

Los Diurnos lo miraron con diferentes grados de consternación.- Vamos, ¿como son en casa? ¿Entre ustedes?

-Pero...- Jasper lanzo una mirada alrededor.

-Habla libremente, tengo un hechizo sencillo para evitar que escuchen-

-¿Pero si mostramos algo que no debemos?. Como nuestra fuerza.- Harry pudo ver su punto y realmente, si alguno de ellos rompía alguna mesa por accidente en sus juegos no sería lo ideal

-Bien, se que puede parecer contradictorio - comenzó Harry- Pero ustedes tienen bastante experiencia controlando su fuerza, y con esos amuletos para mitigar el aroma de los humanos blandos aquí, tienen una cosa menos de la que preocuparse. Por ello, creo que deberían tratar de soltarse un poco más, sonreír, tratar de charlar con las personas alrededor, integrarse.

Rosalie paso una mirada por la cafetería y luego le dio una mirada a Harry qué podría interpretarse como un "¿Quieres que me mezcle con estos plebeyos?" o algo así.

Harry detuvo, de nuevo, un resoplido por educación. - Vamos, ¿van a decirme que no pueden hacer algo así?

Eso hizo que Emmett entrará en una extraña energía que Harry vio muchas veces en los vestidores de Quidditch cuando alguien retaba a otro.

-Conseguiré al menos dos amigos antes del fin de semana, te lo apuesto - lanzó Emmett tronando se los dedos como si fuera a pelear contra alguien.

-Haré el doble de eso, y será a mitad de semana - agrego Jasper con una sonrisa come mierda.

-¡Ah, no! ¡Nada de magia vudú, Jazz! -

-No necesito "magia vudú" - se burló Jasper y ambos comenzaron una pelea verbal bastante colorida.

Harry decidió que por ahora, avanzó bastante y podría comer el resto de su desayuno.

Tormenta: Harry Potter y la aceptación de la inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora