𝐈 𝐍 𝐓 𝐄 𝐍 𝐒 𝐄
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El beso había sido sumamente ardiente para ambos, ninguno de los dos muchachos ahí presentes esperaban tener algo así en la celebración de navidad. Ambos esperaban ser unas almas solitarias aquella noche pero quizá el destino no quería que fuera así, quizá, solo quizá, quería que estas dos personas que se habían sentido solas durante una gran parte de su vida encontraran consuelo en el contrario.
Taehyung sonrió ligeramente mientras tomaba el celular de Jungkook para apuntar su número. - Ten mi número, por si algún día quieres escapar de tus ocupaciones - dijo, su voz suave y seductora.
Jungkook se rió y sacudió la cabeza, aún sintiendo el calor del beso en sus labios. - ¿Cuánto vas a quedarte en Busan? - preguntó, curioso.
Taehyung se encogió de hombros, su sonrisa persistente. - No lo sé, pero puedo afirmar que tengo una razón para extender mi estadía - respondió, sus ojos brillando con un destello de misterio.
Jungkook miró al suelo sintiéndose nervioso, su mente llena de preguntas y dudas. ¿Él realmente era una razón para que una persona tan importante e imponente como Kim Taehyung se quedara allí? ¿Ese chico al que hasta su propia hermana y sus amigos consideraban la octava maravilla del mundo? Una parte de sí mismo seguía incrédula ante lo que oía.
A pesar de sus dudas, Jungkook se sintió conmovido por las palabras de Taehyung. Nadie había estado dispuesto a quedarse con él en un momento de necesidad, nadie había estado dispuesto a escucharlo y a hacerlo sentir menos solo.
- Gracias por no dejarme solo Taehyung - dijo finalmente, su voz apenas un susurro.
Fue todo lo que pudo decir, haya sido por el destino, por alguna fuerza suprema sin un nombre específico, o simplemente mera casualidad, Jungkook se sentía agradecido de no estar solo, y más importante aún, de no sentirse solo.
El castaño sonrió y puso una mano en el hombro contrario, su tacto cálido y reconfortante. - No hay nada que agradecer, Jungkook. Estoy aquí porque me gusta tu compañía - dijo, su voz suave y sincera.
Jungkook miró hacia arriba, sus ojos encontrándose con los de Taehyung, y supo que en ese momento, nada más importaba.
- Asegúrate de darle mi autógrafo a tu hermana o probablemente te deje picante en el cepillo dental - dijo Taehyung, riendo.
Jungkook rió genuinamente por la ocurrencia de Taehyung y de repente su mirada se entristeció al darse cuenta que el sueño había acabado y que empezaba nuevamente la pesadilla: Su vida cotidiana.
- Oh no, Jungkook, no puedes estar triste hoy ¿Quieres contarme que pasa? ¿Es que no quieres irte y estar solo? - preguntó notando el cambio de expresión de su menor.
- Creo que no quiero volver a mi realidad, esto se siente como un sueño - respondió Jungkook, suspirando.
Taehyung tomó una expresión de duda en ese momento. - ¿Quieres a esa chica al menos un poco? - preguntó, refiriéndose a Sohee.
- ¿Eh? - respondió Jungkook, confundido.
- A la chica del restaurante, la que pidió ese delicioso Japchae. ¿Sientes algo por ella? - insistió Taehyung.
Jungkook suspiró y se sentó en la cama de la habitación de Taehyung mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos. - Por tu reacción, parece que además de ser un matrimonio arreglado, es algo que detestas con tu vida. - dijo el castaño mirándolo con algo de tristeza.
- Es estúpido porque fuimos buenos amigos pero no la quiero - admitió Jungkook finalmente. - Es solo que... mi vida es un poco complicada, y ella se volvió parte del problema. No tengo idea si ella si desea casarse conmigo o no pero mis padres me hacen sentir culpable a menudo porque ella luce emocionada de casarse y yo.. - se cubrió la cara con las manos lleno de frustración tras decir esas palabras.
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SEVEN DAYS | TAEKOOK / KOOKTAE (EN EDICIÓN)
Fanfiction¿Qué tan duro puede afectar la opinión de los progenitores en la vida de sus hijos? Jungkook un hombre que tiene una vida infeliz solo para enorgullecer a los que le dieron la vida, en una noche en la que se suponía que debía pedir matrimonio a su n...