Selección Española Sub 17 De Fútbol ~ Marta

Capítulo 6

Después de lo ocurrido, entré a mi habitación, y estaba Jorge allí acababa de bañarse, tenía el pelo mojado, unos pantalones y la toalla sobre los hombros dejando ver su torso.

-Hola Marta.

-Hola Jorge.

-Y esa cara, ¿que te ha pasado?- me preguntó.

-Pues a mi nada. Solo he tenido una pequeña discusión, pero no ha sido nada, estoy bien.-le respondí

-¿Una discusión? ¿Con quién?

- Con Héctor. Pero tranquilo no ha sido nada.

-¡¿Con Héctor?! Pero si él se lleva bien con todo el mundo. No sé cómo.-le corte

-¿Aa si? Pues no veas como se ha puesto.

-¿Y por qué habéis discutido? ¿Que has hecho?

-Yo no he hecho nada. Solo puse mis labios en la frente de Marc. Y no veas como se ha puesto.

-A sí que ha sido por eso. Dejalo se le pasará. - me dijo.

Terminamos la conversación y me metí en la ducha para poder relajarme un poco. Pensé en lo que me había pasado hoy, y en Héctor, no sabía por qué había reaccionado así. No quise darle muchas vueltas, me salí de la ducha y me dispuse a mirar el móvil, a ver si tenía algún mensaje, me dirijí a la cama. No tenía ningún mensaje de él, ni una llamada, nada.

Me tumbé en la cama y dejé el móvil en la mesilla, lo volví a coger por décima vez o no sé, décimo novena vez tal vez, para mirar otra vez, y nada, ningún mensaje. Maldije en mi mente.

-Eyy Marta ¿qué te pasa? Llevas unas mil veces que miras el móvil.

-Nada, solo miro la hora.

-Mentira, te conozco aunque no llevemos aquí ni dos días.

-En serio solo estaba.. Bueno vale estoy esperando un mensaje o una llamada. Pero.. no sé, no me ha llegado nada.

-Lo sabía. ¿Y de quién? Si se puede saber.

-Pues no se puede saber-le dije y le sonreí.

-¿Aa no? Osea que, ¿no me lo vas a contar, verdad?

-Pues ahora mismo no. Pero en otro momento te lo cuento, me tengo que ir vale.

-Joee, que pena. Ahora me has dejado con toda la intriga.- dijo y me marché cerrando la puerta de la habitación.

Eran las doce y media, cuando termine de tomarme la cena, iba a ir a la habitación de Héctor y Marc, pero antes entre a la mía para ver si Jorge estaba durmiendo, y sí lo estaba, me dirijí con mi almohada al cuarto de ambos. Héctor estaba en la cama durmiendo y Marc igual, fui a ponerle el termómetro y dió treinta y siete. Asi que puse mi almohada en el suelo, esa noche la pasé allí, estuve sin pegar ojo, levantándome cada cuarenta minutos cuando le subió la fiebre a treinta y nueve. Poniéndole paños de agua helada hasta que ya le bajo.

Héctor:

Me levanté de la cama eran las 7 de la mañana y vi algo en el suelo.
Era Marta, estaba allí durmiendo en el suelo, a su lado había un barreño de agua y varios paños húmedos, supuse que había estado toda la noche despierta y vigilandole la fiebre a Marc.

Entonces la cogí en brazos y la llevé hasta mi cama, la tumbé y le tape con cuidado de que no despertase, acto seguido abrió los ojos.

Vale chavales, misión fallida.

-Umm... ¿Héctor?, ¿que haces?, ¿qué hora es?-dijo ella con una voz ronca.

-Si soy yo, y estoy intentando quitarte del suelo porque te vas a resfriar. ¿Cuánto tiempo llevas ahí?, y son las siete.

-¿Las siete?- pegó un brinco de la cama- Los trajes joder tengo que- le corté

- Ohh no, tú no te muevas.- la cogí del brazo para detenerla- Ya lo hago yo, tú te vas a quedar aquí descansando, que seguro que llevas ahí toda la noche...

-No no, tu no vas a.. - su voz sonaba cada vez más cansada-  a hacer mi trabajo, además tengo que hacerlo..- de repente se durmió.

Oohh genial, había sido más fácil de lo que esperaba.

Me quede un rato mirandola cómo dormía.

Está bastante guapa dormida.

No iba a pensar eso, ¿verdad?

Oohh si, si que vas a pensarlo.

Vale conciencia, la verdad que no me  ayudas.

Salí de la habitación y me puse manos a la obra, tenía que hacer el trabajo de Marta. Me dispuse a buscar los trajes que estaban todos colgados en un perchero de pie y cada uno metido en un plástico transparente con un trozo de papel indicando los nombres de cada uno.

Madre mía el tiempo que me va a llevar esto.

Entre los trajes había un vestido rojo bastante bonito, no era ni muy corto, ni muy largo, era perfecto para ella.

Tengo muchísimas ganas de verla con el puesto.

No no, en verdad no.

Oohh si, si que quieres verla.

Joder consciencia la verdad que no ayudas.

Pero si te mueres de be-

Vale YA esta.

Vale vale ya paro.

Dejando atrás esos pensamientos. Ví una gran caja y dentro había como unos cuarenta pares de zapatos.

Oohh genial ahora si que me iba a tirar toooda la mañana, y encima no tenían nombre.

Lo de los zapatos lo haría después así que iba a repartir los trajes, quería que estuviera todo hecho antes de que Marta despertada.

Claro para impresionarla y que caiga rendida a tus pies ¿no?

Que?? Claro que no.

Sisi lo que tu digas.

Después de repartir los trajes, fui a llevar el de Marc y el mío. Abrí la puerta de la habitación y los dejé en el armario, Marc no estaba y ella estaba dormida en mi cama. Así que baje hasta el comedor, pedí el desayuno en una bandeja y lo subí a mi habitación.

Le dejé una nota en la que ponía:

Buenos días, espero que hayas descansado, te he traído el desayuno. He terminado de llevar los trajes a cada habitación. Si me buscas estoy en el despacho liado con los zapatos.

Pd: no sabia lo que desayunabas así que te he traído una magdalena.

Héctor

Después de eso me fui al despacho.

*Pasada una hora*

Marta:

Me levanté, mire el teléfono eran las diez de la mañana, y nada ningún mensaje de él. Miré a mi alrededor Marc y Héctor no estaban, y yo estaba tumbada en la cama de Héctor. Vi que en la mesilla había una bandeja con  una nota. La leí y bueno... Era de Héctor.

No lo quieres decir. Pues lo digo yo, tu conciencia, pero Martita te sacó una sonrisa.

Mentira.

Verdad, reconocelo.

Vale lo reconozco, pero nadie había hecho eso por mi.

Me cambie la ropa al uniforme y me dirijí hacia el despacho. Dios sabía lo que estaba liando ahí. Subí las escaleras, mire por un hueco para ver que estaba haciendo y me lo encontré tirado en un suelo lleno de zapatos. Casi me meo de la risa cuando lo ví.