Palismanes

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Las cosas habían terminado de una manera bastante elocuente para las jóvenes capitanas.

Al final pudieron olvidar una razón tan tonta como el pelear por un pequeño juego de niños de hace años.

O al menos, después de haber peleado casi 2 horas seguidas en más desafíos tontos donde sus palismanes se vieron involucrados también.

- ¿Y que tal? ¿Que ese sea el desempate? - Preguntó Willow a la bastante ocupada triclope que se presionaba las cien para lograr encontrar un hueco en su agenda.

- Puedo intentarlo si me dejan ir. - Mencionó Boscha, totalmente emocionada por la idea. - Si cierro un poco antes la tienda... Le pediré permiso a mi mami, te avisaré por celular si me dejó o no.

- Está bien, niña de mami. - Willow echó una pequeña risa y Clover un par de zumbidos.

- Te estás tomando demasiada confianza, Park. - Maya acompañó aquello cerrando con fuerza las pinzas.

La joven de lentes solo esbozo una sonrisa y llevó una de sus manos a su boca para seguir con la burla.

Boscha hizo a atraparla, algo que planeaba que fuera un abrazo con bastante fuerza y un par de cosquillas, pero el palisman de Willow salvó a su dueña acelerando repentinamente.

Boscha bufó de rabia ante esa acción, no se esperaba eso de ninguna forma.

¿Desde cuándo Clover era un guardaespaldas?

- ¿Por la espalda? Ya veo.

Boscha se sorprendió ante esas palabras y para cuando giró hacia atrás, un par de lianas ya estaban peligrosamente cerca de ella.

Pero ahora fue Willow quien se sorprendió al ver cómo estas eran cortadas por unas ágiles y fuertes pinzas.

- ¿En serio? Eso no se vale, Maya.

- Tu no eres quien para hablar, Clover.

Boscha y Willow se hablaban a si mismas pero usando el nombre de sus palismanes, algo que pronto notaron que era bastante tonto.

Y más porque sabían que en realidad eran grandes amigos de juegos esos dos.

Aún así, era la primera vez que tomaban esta divertida iniciativa y les pareció bastante entretenido.

Boscha acaricio las tenazas de Maya y Willow acurrucó a su pequeño Clover.

- Ya me las pagarás este fin de semana en la carrera, pequeña. - Le habló Willow a la adorable palisman que agitaba las tenazas en señal de "desafío aceptado".

- No si yo puedo evitarlo. - Clover zumbó y Boscha solo esbozaba una adorable risa, una que a Willow le hizo olvidar por bastantes segundos que ya debería haber volado y más aún cuándo Boscha se acomodó el cabello y secó el sudor de su frente.

Al menos hasta que su confiable amigo se lo recordó.

- Ay, adiós.

Boscha miró con cierta extrañesa aquella reacción, pero no le tomo importancia.

Ahora solo tenía una misión en su cabeza y era convencer a sus madres para que pudiera asistir a esa carrera de palismanes que daba un gran premio.

Algo que sin duda alguna les serviría bastante para agregar a su currículum.

Aunque claro, eso a sus madres poco o nada les importaba realmente.

- Claro, puedes ir. - Indicó Kendra sin objeción y Boscha solo pido pensar si había truco o no. - Has trabajado muy duro sabemos de cierta fuente, que tú estrés está un poco alto.

Boschlow weekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora