00

751 51 14
                                    

 —— ¡Hong Sieun!— la voz de la pelirroja hacia eco por todo el lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—— ¡Hong Sieun!— la voz de la pelirroja hacia eco por todo el lugar.

Por otra parte la azabache levantó la cabeza ante su nombramiento.

—— ¿Que pasó?

—— ¡Hoy es nuestra oportunidad de destacar! mi hermano ira a una de esas carreras ilegales, las que te hable— Le tendió el celular para que vea la ubicación— ¡Habrá chicos hermosos! ¡y lo mejor es que mi hermano está dispuesto a llevarnos!

Sieun terminó de cerrar su locker y la miró luego de devolverle el celular:

—— No lo se.. sabes que no quiero llamar la atención después de el accidente.

Darin, la pelirroja teñida, la miró suplicante.

—— ¡Porfavor! eres millonaria puedes comprar el silencio de cualquiera..aparte esto serviría para sacarte esa vibra deprimente que te rodea.

La azabache lo pensó.

Si alguien la llegaba a reconocer estaría muerta, no solo porque perdería su reputación, si no que su padre se enfadaría y se encargaría de mandarla lejos de ahí.

—— ¡Porfis!

Pero recordó cuando su terapeuta le había dicho que ella también tenía derecho de empezar una nueva forma de vida, y que mejor que esta oportunidad.

—— ¡Bien!..bien— Suspiro cansada—. ¿A que hora pasarían por mi?

Darin sonrió con malicia y en ese instante Sieun supo la noche que se le venía.


Darin sonrió con malicia y en ese instante Sieun supo la noche que se le venía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



—— ¡Estas deslumbrando!

Lo primero que escuchó la azabache al subir al lamborghini de Dajin, el hermano de Darin, fueron las palabras de su amiga.

—— Gracias— Sonrió sincera y se abrochó el cinturón de seguridad.

Traía puesto unos shorts de mezclilla negros, con una camiseta negra de encaje, botas que le llegaban hasta la pantorrilla y una campera holgada de cuerina.

—— ¿Como saliste sin que don controlador te viera?— "don controlador" era su padre, y si, era todo un caso.

Sieun tenía que ser la mejor nota de su clase porque si no sufriría las consecuencias. Ella tenía que ser la hija prodigio porque si no el se sentiría decepcionado. Tenía que ser un gran ejemplo para sus hermanastros.

La pobre hacia todo lo que podía.

Tomaba clases de piano y violín, hacia ballet, iba a cerámica, se mantenía saludable y una imagen impecable ante la viste de cualquier persona importante.

En resumen; era la hija perfecta para cualquiera.

—— Salte por la ventana.

Darin asintió.

Sieun se recostó en la ventana y cerró los ojos.

Cual sueño, ella estaba en su habitación, pero la diferencia era que ella era pequeña y que su madre estaba viva.

Estaba ahí, vivamente y feliz como si ese accidente jamás le hubiera sacado su esencia.

¿Que paso en ese accidente?

Se suponía que iban a ser unas vacaciones normales e humildes en familia, pero gracias a ese ciervo que se cruzó en medio de la noche en la solitaria carretera, no lo fueron.

Sieun terminó gravemente herida y con muchas fracturas que al día de hoy quedaron marcadas. Su padre terminó herido, pero el airbag lo salvó de la muerte. Tristemente el de su madre no se abrió a tiempo y el árbol rompió el vidrio, atravesándola en el proceso.

Hong Gowon, su padre, logró seguir adelante y encontró el amor en una mujer dedicada al arte de la ópera. Esta unión le trajo a Guwon, el chico y Jiwon, la chica, sus hermanastros.

Lamentablemente Sieun no logró lo mismo. Ella se fundió en una depresión que al día de hoy sigue, aunque no es tan terrible como el comienzo, no puede evitar sentir la rabia colarse en su cuerpo al recordar la exigencia de su padre en ella incluso sabiendo de su situación.

La azabache recordo a su madre como la mujer más increíble, talentosa y bella que pudo haber existido.

era una pena que ella ya no estuviera ahí.

—— ¡Sieun!— Darin la sacudía.

Por inercia ella abrió los ojos sobresaltada.

—— ¡¿Que?!

La pelirroja rio al verla en ese estado y la ayudo a desabrocharse el cinturón.

—— Vamos, Dajin ya se fue— La miró confundida— ¡Ya llegamos, boba!

La azabache bajó del auto y se adentró a ese mundo de las carreras ilegales del cual desencadenaría muchas cosas.

La azabache bajó del auto y se adentró a ese mundo de las carreras ilegales del cual desencadenaría muchas cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
feel our addictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora