Prólogo

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El sonido de los gritos en el público interfieren con el sonido de la música. Todo se mezcla y es difícil de escuchar con precisión. Miró al grupo y trato de seguir los pasos para evitar equivocarme, pero las luces por un momento me quitan la visión. Y es entonces cuando algo traspasa mi cuerpo con fuerza. El dolor se expande con facilidad a través de todos mis órganos y mis piernas fallan. Estoy cayendo y la dificultad para respirar se hace evidente.
Trato de hablar, de llamar a mis compañeras, pero es imposible. Siento que me ahogo.
El rostro de Momo aparece frente a mí y es lo último que veo antes de cerrar mis ojos.

**
Salto de la un golpe con la mano en mi pecho. Quedo sentada en la cama y aún con esa horrible sensación en mi cuerpo.
Estoy llorando y temblando sin control alguno.
Mi puerta se abre abruptamente y Tzu corre hacia mí.
—Unnie ¿Estás bien? —toca mi frente y me echa un vistazo, yo no puedo si quiera responder una sola palabra — ¿Unnie?

—¿Que ocurre? — Chae se asoma con una toalla frotando su cabeza y con una expresión de confusión.
—¿Dahyun estás bien?
Tzu no le responde e insiste en preguntar.
Una oleada de náuseas se hace evidente y solo atino a vaciar mi estómago a un lado de la cama.
Escucho frases que van y vienen entre ambas, pero mi mente solo se concentra en la emoción que mi cuerpo aún tiene presente.

**
He sido arrastrada a la ducha por Tzu, quien me está dando un baño y yo solo sigo como un cuerpo inerte.
Ver todo aquello, me ha dejado en una especie de trance del que no puedo salir aún.
Era todo tan claro y tan vivo, que pensé era real, y que estaba ocurriendo.
Verme morir, es una de las experiencias más traumáticas que he vivido.

—¿Qué ha pasado?
Jihyo asoma la cabeza al baño y en un momento hay siete integrantes del grupo reunidas alrededor nuestro.

—No tengo idea. Chaeyoung llamó a los managers, dicen que el doctor vendrá en unos momentos a revisarla. Ella no ha dicho una sola palabra.

—Dahyunnie mírame — Momo se acerca y trata de que le mire, pero no puedo, solo agachó la cabeza y comienzo a llorar de nuevo. Verla me hace recordar lo último de esa pesadilla. Mi muerte inminente.
—Que rayos le está pasando —Nayeon se escucha preocupada o tal vez enfadada. No tengo capacidad para detectar sus emociones y menos dar explicaciones al respecto.

—El doctor Yoon ha llegado.
Otra ola de comentarios se generan, mientras Tzu me coloca una toalla alrededor y me saca del baño.
—Vamos a vestirte. Vas a estar bien unnie. Tranquila.

Todo pasa en automático. Tzu me coloca la ropa, seca mi cabello. El doctor entra.
Revisa mis ojos, coloca su estetoscopio en mi corazón, me hace inhalar y exhalar. Hace preguntas que solo respondí con asentimiento.
Sale de mi habitación. Y escucho lo que le dice al resto.
—Parece estar en estado de shock postraumático.
—¿Shock qué?
Jihyo unnie le interroga con asombro.
—Sus signos son de un shock por algún trauma emocional experimentado.
—No le ha ocurrido nada malo a Dahyun. Siempre estamos juntas o con nuestros unnies. Eso es imposible.
La voz de molestia es evidente y reconozco cuando nuestra líder se enoja. El doctor titubea en su alegato y ya sé cómo puede terminar esto.

—Fue una pesadilla.
Todas se sorprenden de verme en el living y responder por primera vez desde todo este escándalo.

—¿Todo esto por una pesadilla?
Jeon se ve aturdida y quizás algo molesta.
—Vi mi muerte.
El aire vuelve a faltarme. El dolor en mi pecho regresa y siento un ahogo que impide decir nada más.

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