Capítulo 3: Primera clase con Mercro.

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La joven saludó a Mercro, aquel ser de cómico aspecto. Aunque, al escuchar la sirena sonar, se percató de que era la sirena de cambio de clase. Con una gran agilidad, metió a Mercro en su mochila con cuidado de no aplastarle con los libros

-Disculpa el mal holor, hace tiempo metí una manzana y se me ha olvidado sacarla... ¡Seguro que tiene ya una ciudad dentro de ella! -Añadió la joven riéndose mientras caminaba hacia su aula. La gente no sabía con quién o qué hablaba, por lo que se reían de ella o se quedaban confusos. Elena, llegó a clase, sorprendentemente, la primera. Ésta eligió un sitio al lado de una columna pegada a la pared, en la parte de atrás a la izquierda de la clase. Aprovechando que aquella columna le impedía ver al profesor una parte de la mesa de la muchacha, colocó el peluche en esa parte. Acto seguido, llegaron todos los compañeros riéndose, chillando. Pocos se salvaban de aquella salvaje actitud. Seguido por estos, entraba el profesor de la materia, Matemáticas.


La joven suspiró mientras miraba por la ventana. Aquella clase era de las más odiadas por Elena. Le resultaba difícil y aburrida mas que el profesor era un amargado. Elena decidió sacar unos pocos folios y empezó a dibujar. De vez en cuando, miraba a Mercro, al cual, le saludaba con una agradable sonrisa. Éste daba una mirada seria hacia Elena, frunciendo el ceño y señalando la pizarra con la cabeza. Mercro se preocupaba por Elena, y quería que ésta atendiese. Aunque, la joven, hacía que atendía como por unos dos minutos y, acto seguido, volvía a dibujar.

Elena y MercroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora