𝐇𝐚𝐬𝐞𝐤𝐢 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧

8

A la mañana del día siguiente, Taehyung despertaba en aquella gran cama donde el sultán lo miraba fijamente con una sonrisa

Sonrojado desvío la mirada ocultándose en el pecho del mayor escuchando los latidos de su corazón

—Taehyung...—, el mayor lo tomó del montón levantando su rostro poniéndose serio

—¿Mi sultán?—, toca su mano con delicadeza cediendo ante el toque

—No quiero que vuelvas a interferir en mis aposentos, eso está prohibido incluso para el valide sultán—, el Omega soltó un respingo indignado, se levantó de la cama en silencio colocándose su ropa

—¿Crees que soy solo un juego? ¿Solo me tienes en tu vida como otra de tus concubinas? ¿¡Que soy para ti!?—, sentia un nudo en su garganta al momento de decir las últimas palabras, le dolía pensar que Jungkook no sintiera lo que él sentía

El sultán se mantuvo en silencio mirándolo fijamente con cara de seriedad, en su mirada se veía reflejado un pequeño aire de sentimiento aunque a Taehyung no parecía importarle

—Solamente vete Taehyung—, llama a Kadriye-hatun que estaba en la puerta esperando para llevarlo nuevamente a sus aposentos

El omega quedó en shock, sus lágrimas bajaron por sus cuencas de forma veloz, su cuerpo temblaba ligeramente por la humillación que había sentido en esos momentos

El camino al harén fue corto y silencioso, al entrar varios lo quedaron mirando murmurando cosas, fue directo a su habitación donde su pequeño Şehzade lo esperaba

—Jaehyun, mi principe—, lo carga entre sus brazos dejando un sonoro beso en su mejilla, muy pronto podría observarse la marca del subgénero en el pequeño cachorro, esto sucedía cuando el bebé tuviera 365 días de nacido, es decir, un año

Cerca del atardecer a Taehyung le fue informado que el sultán esperaba a un omega, no quiso escuchar más y se acostó a dormir, así pasaron varios meses en completa ignorancia, hasta que llegó el celo de Jungkook, el valide sultán le había preparado una bonita omega recién llegada al harén más el esa noche no la recibió, muchos quedaron asombrados y ella quedó indignada por el rechazo

En la noche Jungkook entró a los aposentos de Taehyung buscando su presencia, el Omega dormía plácidamente junto a su hijo, ambos se veían veían completa calma, Jungkook se metió entre las sábanas degustando el aroma de Taehyung

—Omega... Mio... Omega mio—, olfatea su cuello con sus pupilas dilatadas viendo al menor removerse

Taehyung abrió sus ojos lentamente pegando un grito cuando vio a Jungkook entre sus sábanas

—¿¡Que haces aquí!?—, se tapa el cuerpo, el sultán se acercó de a poco hacia él, el Omega por su parte trataba de proteger con su cuerpo a su príncipe

—Omega Mio... Luna... Morder—, lo toma de la mano sacándolo de la cama, Taehyung pego un chillido asustado viendo los orbes oscuros que tenía el sultán

—Espera, Jungkook no quiero—, trata de safarse de sus brazos mirando a su hijo que empezaba a despertar—; V-vamos, ¡Hatice cuida a Jaehyun!

Al salir de la habitación el castaño cargo al Omega entre sus brazos caminando hasta su habitación,  al pasar por el harén varios despertaron por el olor de un alfa en celo, Taehyung por su parte los miraba con altanería ya que muchos quieren estar en su lugar

Ser depositado en la cama del sultán con esa delicadeza hizo a Taehyung creer que no estaba tratando con Jungkook sino con su lobo

Su ropa retirada con sutileza, sus caricias de forma suave, las dulces palabras que susurraba a su oído de forma ronca, si, este era el lobo de Jungkook

—Mi omega, mi luna—, besa sus labios de forma hambrienta pegando el trasero del más bajo a su entrepierna que despertó instantáneamente

—Mi amor—, el menor disfruto todo lo que Jungkook proporciono en él, desde las embestidas, hasta las posiciones que hicieron en toda la habitación

Cerca del amanecer Jungkook terminaba con las últimas embestidas que lo hicieron llegar al orgasmo al ver la cara de placer que estaba teniendo el Omega

—Mi sultán, tengo algo que decirte—, acaricia su rostro mientras una sonrisa se formaba en sus labios—; nuestro príncipe es un alfa

Jungkook abrió la boca sorprendido levantándose de la cama eufórico saltando de emoción ¡Su primogénito era un alfa!

—Te tengo un regalo Taehyung—, camina hasta su joyero sacando la pieza preparada para el menor—; Porque aquí, en esta habitación te declaró mi amor, eres lo más hermoso que mis ojos han visto, además de todo el apoyo que he recibido de tu parte. Te amo Taehyung