La vida nos pone a prueba con diversas situaciones y cada persona las afronta de diversas formas. Yo lo hice escribiendo lo que sentía en cada momento alegre y difícil, y en cada reto que me impuso el destino.
Aquí reflejo cada uno de esos momentos...
Cómo expresarte lo que siento por ti, si ya no puedes escucharme.
Cómo decirte que desde que te marchaste dejaste un gran vacío en mi vida.
Cómo decirte que tu ausencia en mi vida ha dejado un mar de inseguridades que no se quitan con nada.
Cómo acostumbrarme a no escuchar tus consejos y tus pláticas.
Cómo decirle a mi alma que no vendrás más a consolarla cada vez que me sienta triste.
Cómo no extrañarte, papá, si eres lo más grande de mi vida. Eres esa luz que guiaba mis pasos día a día.
Cómo no extrañarte, si entendías cada uno de mis pasos y siempre estabas pendiente de mí para ayudarme en lo que me hiciera falta.
Sé que estás en un buen lugar, pero no me acostumbro a no tenerte cerca.
Sé que deseas que sea feliz, y eso haré, pero no dejo de reconocer que me haces falta.
Te quiero mi pedacito de cielo y mi eterno rey.
Te quiero porque me diste la vida y te aseguraste de que fuera la mujer que soy hoy.
Gracias por enseñarme todo lo que sé y por ser el mejor hombre del mundo.
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Estas palabras se las dedico a mi padre, que ya no está físicamente. En este mes de agosto es su cumpleaños y realmente quiero expresar lo que siento cada vez que pienso en él. Su ausencia es muy triste, pero sé que desde dónde esté nos está cuidando.
