Tus ojos que brillan son estrellas en la constelación entera de tu alma, que ama, vive y siente tan hermoso como tu voz diciéndome "te amo". Mi corazón enamorado tuyo palpita ante tu recuerdo y la risa melodiosa que escapa de esos labios que quiero besar por toda una eternidad.
Soy una fogata, mis llamas del amor emergen tan fuerte como tsunami que arrasa con toda tristeza al estar contigo, y es sustituida por una calma después de la tormenta, el diluvio suave de el caos de un desastre natural que provocaste con tan solo una sonrisa. Ese es el poder inimaginable que tienes en mí, tan repentino como tu llegada.