Prólogo.

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Olivia Brown..

La muerte es impredecible.

No sabes si estás listo para morir, no sabes si ya cumpliste tu objetivo en el mundo y si ya viviste lo suficiente.

La muerte se ocupa de llevarte a tus seres queridos, sin previo aviso.

La muerte se llevó a mi padre y de una manera tan injusta, digo injusta por qué no dejo que cumpliera su objetivo.

Yo también morí, pero de manera distinta mi cuerpo seguía con vida, pero mi alma se fue con él, con Dylan Brown, mi difunto padre.

(...)

Notaria N° 12

 01 de Octubre, 2019.

- Estando toda la familia presente, damos inicio a la lectura del testamento de difunto señor Brown. 

No, quería escucharlo sabía lo que decía, el me lo dijo. 

— A los trece días del mes de diciembre del año dos mil dieciocho. Yo Dylan Brown, por mi propio derecho, es mi libre voluntad redactar este testamento. — Hace una pausa, tomando aire para continuar. - Nombro a Olivia Brown como única presidenta de mis cadenas hoteleras que llevan por nombre "Bella" a la... 

— ¡Esto no puede ser posible! 

Ya se había tardado.

— Señora, le pido que guarde silencio hasta que termine la lectura del testamento. — Gracias al señor López guardo silencio. — Continuo, a la Señora Margot Guevara le dejare la casa del centro de la cuidad, se le dará 6,500 cada mes para sus gastos. A su hija Marie Guevara, se le asignara el puesto de secretaria, asegurándole un trabajo. 

— ¡Esto es injusto! A mí no solo me pueden dejar eso, yo debí ser quien estuviera a cargo de las cadenas hoteleras. — Reclama Margot.

— Lo siento, no es mi decisión. - Se levanta de su lugar. — Es todo por mi parte, Señorita Brown.

Estrechamos las manos, le sonreí agradecida y sin más se marchó, dejándome con Margot y su hija. 

Aquí vienen los reclamos. 

— Tu no vas a quedar a cargo de los hoteles, ni te aparezcas mañana por el hotel. — Alzo el mentón con superioridad. — Me encargare yo.  

— Esta loca si cree que le hare caso, si mi padre no la dejo a cargo es por algo. — Me levanto de mi lugar. — Si quiere conservar su trabajo dentro de mi hotel respete la decisión. 

— ¿Me estas amenazando? 

— Es una sugerencia, pero tómeselo como quiera.  — Estaba dispuesta a salir de ahí, pero claro tenían que interrumpir mis planes. 

— Ten claro una cosa, Olivia. — Marie se me paro enfrente. — Por muy dueña que seas, nunca tendrás la autoridad de mi madre en el hotel, eres una simple mujer sin chiste. 

— Esta mujer sin chiste, te puede dejar sin trabajo en un abrir y cerrar de ojos, Marie. — Suelto una risa. — Ya no soy una niña de ocho años ya no les tengo miedo, no me dejare intimidar por ustedes.

Paso por su lado, estaba a punto de salir de la oficina, pero me detuve.

— Ustedes deciden cuando terminar la guerra, porque esta vez yo me defenderé y no les gustara como. 

Y salí, dejándolas sacando humo por las orejas. Estaba harta, harta de aguantar sus groserías y sus malos tratos, esta vez les demostrare que mi padre se fue, pero me dejo su fortaleza. 

Margot era pareja de mi padre estuvo con ella después de la muerte de mi madre durante 15 años, pero no pasaron de solo ser novios mi padre conocía las intenciones de Margot por lo que decidió no casarse con ella, solo se juntaron y Margot aprovecho eso para meter a su hija a la casa que era de mi padre. Desde que yo tenía 10 años Margot siempre me trato mal, me humillaba y me golpeaba a escondidas de mi padre y yo por miedo nunca le dije nada. Mi madre murió cuando yo nací así que tuve la mala suerte de no conocerla y ser hija única. Cuando cumplí los dieciocho me fui a estudiar a el extranjero, así que la bruja ya no me molesto más, regresé en cuanto supe que mi padre se había enfermado y cuidé de el hasta que lo vi morir ese mismo día en el que murió él me dijo lo que estaría en su testamento el quería que yo me hiciera cargo y así lo hare. 

"Olivia Brown, futura heredera de Hotel Bella.

- Dylan Brown  

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