Nervios. | HyunIn.

Única parte

Escena -claramente- ficticia +18.

★★★★★

Jeongin y Hyunjin, quienes eran mejores amigos desde que tenían memoria se encontraban viendo "Guerra de Novias" la cual era la favorita de ambos.

O bueno, de Hyunjin, quien adoraba cada película de Anne Hathaway y sobre todo su bonito cuerpo. Jeongin era más de esas películas gays donde uno terminaba siendo hetero e ilusionaba a el otro para abandonarlo.

Y para el su vida era así; llevaba más de un año enamorado de su mejor amigo, pero Hwang siempre llegaba hablando de alguna chica linda que ha conocido y eso no hacía más que desanimarlo, aun no lo demostrara obviamente.

Odiaba sentirse deprimido por eso, pero a la vez amaba cuando su hyung lo trataba como si fueran esposos, cuando lo abrazaba al dormir, le decía lo mucho que lo amaba y mencionaba que se iba a casar con él.

Obviamente era una broma, pero esas pequeñas bromas eran dueñas de todos los suspiros -y mamadas, por supuesto- que tenía el menor.

Habían quedado en hacer una pijamada como siempre en toda su vida, con la única diferencia que al día siguiente tendrían un partido demasiado importante para Yang y por ende debían buscar la mejor forma de descansar bien. Ambos se encargaron de relajarse, comer bien y hasta hacerse una limpieza facial para poder estar de ánimos al día siguiente pero los nervios de Jeongin no lo ayudaban.

¿Y si se le salía de la nada que le gustaba? ¿O que era gay? O peor aún, ¿Y si se excitaba cerca suyo?

Solía masturbarse pensando en el, y con sólo pensar en su pene entre sus piernas podía ponerse duro de inmediato, lo cual claramente estaba intentando no hacer.

– Innie, ¿me estás escuchando? – Preguntó el rubio, sacando a Jeongin de cualquier pensamiento sucio que tuviese.

Se encontraban en el mueble de la sala, cerca de la habitación del menor y también muy cerca uno de otro. Jeongin estaba tirado en las duras piernas del rubio mientras este masajeaba sus cabellos.

– ¿Que pasó?

– Vamos a dormir ya lindo, estoy cansado. – El menor se levantó de una y caminó lentamente hacia su cuarto, mientras el contrario salió corriendo y se tiró en la cama.

Cuanto deseaba lanzarse encima suyo, pero por supuesto lo único que hizo fue sentarse a su lado.

Hubo una leve conversación antes de que los dos se acostaran y quedara solo el silencio en la habitación, con ambos chicos abrazados -o bueno, el mayor abrazando a Jeongin- intentando dormir. Su mejor amigo tenía un pie encima suyo, su cabeza apoyada en su hombro y sus manos rodeando toda su cintura, el menor intentaba poder quedarse dormido de inmediato pero al parecer todo el universo había conspirado a su contra.

Sus nervios aumentaban cada vez más y ya no sabía porqué; la respiración del chico que le gustaba casi en su cuello, sus manos sudadas intentando relajarse o de por sí su cabeza recordandole que debía dormir gracias a que mañana tenía un partido.

Pasó casi una hora, la cual pareció eterna para el pelinegro hasta que un suspiro lo hizo calmarse.

– Jeo, no puedo dormir. – Dijo su mejor amigo. – Deberíamos hacer algo.

Oh no.

Esas no eran las mejores palabras para el momento por el que estaba pasando.

– ¿Qué quieres hacer, Hyung? Ya está tarde.

– Mm bueno, el partido de mañana no me deja dormir, necesito relajarme de alguna manera. –Un silencio reinó por todo el cuarto. – Ya tengo una idea, iré por tu portátil.