Capítulo 4.

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Atsushi se encontraba en la sala realizando una tarea, tenía todo el piso lleno de papeles cuando llego su papá – Atsushi-kun

- ¿Qué sucede papá?

- Hablemos de tu novio

- Papá, tengo mucha tarea. El fin de semana lo pase con ustedes, así que, en lugar de molestarme, ayúdame.

- Te ayudo, pero hablemos de él

- Bien ¿Qué quieres hablar de él?

- ¿Qué hace?

- Lo sabes, estudia y trabaja

- ¿y tú? ¿Cómo te sientes con él?

Atsushi suspiro arreglando sus papeles – Ryunosuke es amable, siempre busca complacerme. Memorizo cada tipo de siembra solamente para aconsejarme "como plantar rosas"

- Eso ya lo sabes tú

- Exacto, es encantador, incluso quiso impresionarme con cocteles

- Él no sabe de alcohol

- Correcto y en lugar de hacer lo que cualquier otro y seguir insistiendo, dijo que tenía razón, y me pidió consejo, el respeta y sabe cuándo no está bien. Me respeta papá

- De acuerdo, entonces ¿Qué tal si lo invitas?

- ¿seguro?

- Si

- ¿no serás grosero?

- No, solo quiero ponerlo a prueba

- ¿Cómo a prueba papá?

- Escucha, sé que dijiste que cambio, pero necesito ver ese cambio. Yo lo conocí en un mal ambiente, por favor entiéndeme, quiero estar tranquilo que serás feliz

Atsushi le sonrió – de acuerdo. Le diré que venga

- Gracias, hijo.

Atsushi tomo su celular haciendo videollamada, el azabache le contesto, llevaba una bata – amor, estoy trabajando ¿pasa algo?

- Cuando salgas de tu trabajo ¿puedes venir a mi casa? Papá quiere invitarte a cenar

- Ah, pero. Yo...

- Ven, papi y papá están de acuerdo, ¿me traes un cafecito?

- De acuerdo, salgo en dos horas

- Oki amorcito, maneja con cuidado

- Espérame ¿de acuerdo?

Colgaron, el castaño seguía por allí escuchando, fue corriendo a la cocina – Chuuya, Chuuya

- ¿Qué ocurre? ¿quieres un bombón?

- Si eres tu si, pero no, espera. Invite al novio de Atsushi

- Aay Osamu

- No, estoy bien, quiero mejorar en esto y conocerlo ahora, en un mejor ambiente ¿no puedo?

- Ok, ok – le sonrió - ¿cenamos?

- Si, pidamos pizza, hagamos feliz a Atsushi-kun

- De acuerdo amor.

Dos horas después, tocaron el timbre, pero Atsushi se había puesto sus audífonos al escuchar a sus padres besuquearse. Dazai fue el afortunado que pidió abrir, y Akutagawa el maldecido. – Da-Dazai-san

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