Un soleado y frío 3 de Mayo, el invierno estaba en puerta y se lograba sentir, Valentín salió de su casa, directo a la parada del colectivo que quedaba a unas pocas cuadras. Al llegar, se sentó en la parada del mismo, la cual se encontraba completamente vandalizada. Una anciana se acercó a la misma, el chico, con total educación, se puso de pie para que ella pudiera sentarse y esperar allí el colectivo. Ella le agradeció, terminando por sentarse.
Los minutos pasaban y pasaban, el colectivo no venía, Valentín que se encontraba con el móvil en mano, desbloqueó el mismo, viendo y descartando las distintas notificaciones, mensajes de amigos de la ciudad, de su familia e inclusive de sus amigos de su ciudad natal, fue cuando vió aquel mensaje en el grupo de la universidad, los resultados de las solicitudes de intercambio habían llegado.
Valen abrió Gmail, buscando en los recientes algún mensaje que dijera su resultado, pero no halló aquello.
Simplemente levantó su vista al notar que todos se ponían de pie o se acercaban al cordón de la acera, observó la carretera, viendo que allí llegaba su colectivo.
Luego de esperar que todos subieran y fuera su turno, pasó su tarjeta para cobrar su boleto, quedándose de pie casi al final, sujetandose de dónde podía.Al pasar unos largos minutos, casi media hora, llegó a su parada, bajando para caminar hasta la universidad, la cual estaba a unas diez cuadras. En cuanto ingresó a esta, caminó en dirección a la biblioteca, saludando así a quien trabajaba allí, su casi amiga.
-Llegaron ya los resultados, se enviaron a todos ¿te llegó a vos? Supongo que te aceptaron, tenés todas las condiciones.- Dijo casi como un saludo la bibliotecaria.
-No, todavía no, estoy esperando, aunque me parece re raro, a todos le llegaron ya.- Soltó el recién llegado.
-Fijate bien che, seguro te llegaron, fíjate en spam, a veces quedan ahí.- Le sugirió, comenzando a organizar algunos libros que los chicos devolvían.
Valen, por su parte, buscó en su móvil aquel mensaje que estaba esperando, yendo directamente a spam, viendo distintos correos que tenían descuentos o viajes, etc. Entre ellos, se hallaba uno que explicaba todo respecto al intercambio, también decía que lo habían aceptado y daban toda la información del chico que le había Sido asignado para que viviera con el.
-Che- Dijo Valentín, queriendo llamar la atención de la bibliotecaria.
-Si, ¿Lo encontraste o no? - Preguntó.
-Si si, me....me aceptaron....y...es de México...- Susurró algo nervioso el estudiante.
-Uhh y tiene nombre de las novelas que mira mi abuela- Exclamó la chica entre suaves risas.
-Supongo que deberé esforzarme para ser buen compañero - Resopló.
-Nene, seguro lo sos, no tengas dudas de eso- Dijo la chica.
-Che ¿Y si le molesta que sea muy....muy obsesivo con la limpieza? - Valen habló.
-Puede ser peor, mirá si le tocaba uno re sucio, que asco- La chica habló y el timbre sonó.
Al ser interrumpidos, ambos se despidieron, siendo Valen quien debía marcharse, deteniéndose en la puerta.
-Acordate de preparar mi libro, que tengo que estudiar- Soltó, haciendo que la chica riera mientras asentía.
Valen se marchó a clases.
Una semana después:
Aquel día, era el día en que el esperado mexicano, llegaría al país, o mejor dicho, a la casa de Valentín.
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Ampliando fronteras
RandomEsta historia relata una historia de amor bl bastante cliché entre dos estudiantes de intercambio. Un argentino y un mexicano, un futuro arquitecto y un futuro médico obstetra. Un chico que odia lo dulce, que odia el demostrar afecto y otro al que s...