cap 37

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Abrí mis ojos con los rayos del sol entrando por la ventana, podía sentir su brazo rodeando mi cintura bajo las sábanas

- ¡buenos días corazón! - me susurro al oído mientras besaba mi cuello

- ¡buenos días amor! - amanecer en sus brazos era una sensación hermosa, me hizo pensar en el futuro que quiero vivir a su lado

- ¿quieres que bajemos a desayunar o quieres dormir un poco más? - pregunto - o mejor... - murmuró mientras me volteaba para quedar de frente y besarme - disfrutamos un rato más juntos

- la última opción me parece muy bien - respondí y continuo besándome mientras enredaba mis dedos en sus cabellos rebeldes, me posicionó sobre él con mis piernas a los costados, sin dejar de besarnos y empezó a acariciar mi espalda hasta llegar a mis glúteos y masajearlos, pase mis manos sobre su pecho y seguí besando su cuello y pecho, tomo mi rostro con sus manos haciéndome besarlo de nuevo, se giró quedaron sobre mi, abandonó mi boca para besar mi cuello

- ¡eres tan hermosa...! - dijo mientras me volvía a besar - deseo poder amanecer así contigo todos los días, en tus brazos.. con tus besos

- eso suena maravilloso amor... - igual deseaba eso pero aún no es tiempo, lo hice girar quedando nuevamente sobre él, podía sentir su erección rozando mi intimidad, alce mi mano en dirección a la mesa de noche donde tenía los preservativos tomando uno, alzó una ceja con una sonrisa divertida mientras veía cada movimiento que hacía, seguí besándolo mientras mi mano tomo su dura erección, entre besos soltó un gemido ronco al tacto, me sapare para poder masturbarlo un poco con mi mano, pase mi lengua por toda su longitud desde la base hasta la punta, haciéndole estremecer y gemir, le coloque el preservativo y me acomode sobre el, poco a poco empecé a introducir su miembro en mi con un vaiven lento mientras ponía mis manos en su pecho él sujetaba mis caderas, empecé a moverme de arriba a abajo y en círculos, cada vez con más intensidad, sintiendo cada choque más profundo, sus manos se aferraron con fuerza a mis caderas mientras cada embestidas se hacía más fuerte, sus gemidos roncos se mesclaron con los míos, podía sentir mi vientre hormiguear y su miembro palpitar dentro de mi como anuncio que el climax estaba cerca, un par de embestidas más y ambos nos corrimos, me arrecoste sobre su pecho, aún agitada, acariciaba mi espalda mientras sentía como poco a poco nuestras respiraciones se normalizaban

- ¿quieres desayunar.. o aún no? - pregunto pero mi estómago no dió tiempo de contestar, eso fue tan vergonzoso

- perdón.. - el solo rio un poco mientras yo parecía un tomate

- buenos vamos a ducharnos y luego a preparar el desayuno - dijo mientras yo me quitaba de encima de él cubriendome con la sábana, mientras él se quitaba y deshechaba el preservativo, se puso en pie y se dirigió al armario sacando unas toallas limpias y ropa de cama limpias

Aizawa:

Estaba viviendo un sueño y no quería despertar, amanecer con ella entre mis brazos es sin duda una experiencia única, entre al baño a preparar el agua de la bañera, al salir para decirle que ya estaba listo ella había cambiado toda la ropa de cama y se había puesto una de mis camisetas que le llegaba a la mitad del muslo

- ¡te dije que yo haría eso después! - no podía evitar comérmela con la mirada, se veía tan bien

- ¡no me regañe! - se quejo haciendo un puchero - además yo podía hacerlo, solo nosé dónde poner la ropa sucia

- la llevaré abajo y traeré tu maleta, mientras puedes entrar al baño - le dije mientras le plantaba un beso

- ¿y usted no se bañara conmigo?

- ¡claro corazón! Solo llevaré esto abajo - contesté y me dirigí a la planta metí la ropa a la lavadora y subí la maleta de ella, al entrar al baño pude verla totalmente relajada en la bañera

El héroe que salvó mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora