AMOR UNIVERSITARIO

CAP. 12.- SIEMPRE ESTARÉ PARA TI

Becky se encontraba acostada en la cama de su cuarto, el doctor había recetado reposo, eso era lo que hacia, pero estando ahí sin nada mas que realizar se ponía a pensar en Charlotte, no entendía como después de 9 meses de relación simplemente llegaba y le decía “me enamoré de alguien más , tú ya no me haces sentir nada”. En su cabeza no cabía ni la más remota idea de enamorarse de otra persona que no fuera ella, con la rubia había conocido el amor y sería difícil sacarla del corazón, pero si aquella pudo por que ella no podría. Decidió que era hora de hacer limpieza, desechar o por lo menos mantener guardado en algún lado, todo lo que le recordara a Charlotte.

Becky.- Mari, ¿podrías conseguirme una caja?– gritó desde afuera de su cuarto.

Mari.- Si Becky, ¿la necesitas muy grande?

Becky.- más o menos.

Apenas le entregó la caja, empezó a guardar algunos objetos que la rubia le había regalado. Eran pocos a comparación con los que ella le dio y no es que le pesara pues uno hasta es capaz de dar la vida cuando ama, pero ahora comprendía un poco algunas de las actitudes de aquella rubia. Puso música en su laptop y para colmo de los males, algunas canciones que salieron la hicieron recordar cuando las cosas iban bien, cuando sus abrazos, sus besos, sus caricias eran bien recibidas por la rubia. Se acostó en la cama, escuchaba alguna que otra canción que la hacía llorar, se sentía mal. Tenía abrazada contra su pecho la foto de Charlotte, esa que se tomaron en la universidad cuando les dijeron a sus amigos que eran novias, Charlotte cargaba en su espalda a Becky y esta le besaba la mejilla. Acostada ahí en la cama entre sollozos se escuchaba que cantaba las canciones.

Becky.- “como quisiera, verte esta noche, como quisiera verme en tus ojos color de miel, la noche es fría y estoy tan triste, más todo mundo afuera sonríe” – sollozaba, la música se seguía escuchando ella estaba más que perdida recordando los mejores y bellos momentos – “¿por qué te fuiste de mi?, si yo todo te daba, todo cuanto tuve te di, para ti lo guardaba, te di mi vida, te di mi alma y mi corazón” – se puso de pie y se dirigió hacia la laptop que tenía sobre el escritorio, cambió la canción que la hacia sentirse más mal de lo que ya estaba. Pero cuando uno más triste está, se apetece escuchar canciones que demuestren o que narren ese sentimiento que tenemos en este momento. Se empezó a escuchar la canción y se regresó a su cama, volvio a tomar la fotografía y ahora le cantaba – “quien iba a pensar, que no me querías, que te iba a encontrar gozando la vida, tu sabes mi amor, yo no lo esperaba, nunca imagine que con otro me ibas a engañar, como pudiste hacerme creer que en tus besos encontraba un amor sincero, jugaste con mis sentimientos, como pudiste hacer el amor con otro, después de aquellos bellos momentos que vivimos tu y yo, nunca imagine que con otro me ibas a engañar” – fue ahí donde tomó aquel portarretratos y con toda la fuerza de su corazón y de su brazo derecho, lo lanzó contra la puerta, el vidrio protector se esparció por todo el piso. Las lágrimas inundaban sus mejillas, los sollozos eran cada vez mas profundos, quería gritar, llorar con todas su fuerzas, Mari que se encontraba en la cocina preparándole la cena subió rápido hacia el cuarto.

Mari.- Becky ¿estás bien? – preguntó mientras tocaba a la puerta.

Becky.- Mari estoy bien gracias.

Mari.- ¿qué pasó?, escuché un ruido.

Becky.- todo está bien – sollozando – solo necesito estar sola - La mujer se retiró pero estaba preocupada, así que sin pensarlo dos veces tomo el teléfono que le había proporcionado Freen un par de días atrás y le marcó.

Mari.- bueno con la Lic. Sarocha, es Mari la del servicio de la casa Armstrong.. – esperó algunos minutos – Freen… no… está encerrada en su cuarto llorando… creo que rompió algo… si está bien aquí la espero – colgó y se sentó en la sala. Pasaron algunos minutos cuando ya Freen se encontraba afuera de la casa tocando a la puerta.