Xuan Nu

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Xuan Nu, la diosa de los nueve cielos, es representada como una mujer joven y hermosa, era la verdadera diosa de la guerra,también regía la sexualidad y la duración de vida.

Le dio un nuevo vistazo a su cuaderno, la figura de la hermosa mujer de cabello rubio y ojos aguamarina le devolvió la mirada desde las pagina en donde el moreno la había dibujado solo unos minutos atrás, aunque el retrato estaba hecho al carbón podría apreciarse claramente sus finas facciones y la ferocidad en la mirada de aquella mujer que portaba un traje hanfu y en una de sus manos empuñaba una espada que solo aumentaba su majestuosidad bajo del dibujo se podía leer el nombre Xuan Nu mujer misteriosa lo que en ese momento era, porque aunque alguien mirara aquella representación nadie dudaría que estaba poniendo atención en clase: "historia clásica: China y Japón" sin embargo no era asi simplemente la estaba recordando. Hace unas semanas mientras esperaba aburrido a sus amigos en un punto medio entre la facultad a la que cada uno asistía la vio pasar, el hanfu que estaba usando definitivamente era moderno, parecía más bien un vestido corte princesa que lo único que lograba era realzar la bien definida figura de la mujer sin poder dejar de mencionar el elegante porte que naturalmente poseía, hacía que todas las miradas se enfocaran en ella, el tocado en su cabello era lo que completaba la imagen de diosa que sin duda había quedado tatuado en su memoria.

Desde ese momento no podía esperar a que llegara el momento del día en que se reunía con sus amigos para irse a casa, incluso se había ofrecido a ser él quien se encargara del transporte en los días que Ino tenía que cargar con las miles de cosas que su carrera requería. Lastimosamente asi como se presentó había desaparecido, lo cual lo hacía pensar que solo existían dos explicaciones posibles: 1 Estaba perdiendo la cordura ó 2 Se había quedado dormido demasiadas veces en clase, desgraciadamente era considerado un genio lo que le permitía pensar en el hecho de que ella existía en algún lugar y solo debía tener paciencia para encontrarla. Fue entonces cuando la vio vistiendo el mismo hanfu que la vez pasada haciéndola lucir aún más majestuosa de lo que recordaba la combinación de rojo con negro hacían resplandecer su tez clara y sus ojos aguamarina, incluso el ceño fruncido que denostaba su mal humor le hacía sonreír. Luego lo vio detrás de ella corría un castaño solo un poco mayor que él, convenientemente la escena ocurría lo suficiente cerca para que pudiera escuchar lo que pasaba

—Temari espera— la llamo logrando que la rubia se detuviera y volviera sobre sus pasos hasta estar frente al hombre

—¿Qué quieres Kankuro? — pregunto en medio de su furia —solo me has hecho perder el tiempo— resolvió antes de darse la vuelta para marcharse

—Temari— volvió a llamar el castaño —juro que conseguiré quien te ayude a estudiar, pero no me pueden abandonar así, reprobare si no me dejas ahora— suplico, aunque sus palabras cayeron en oídos sordos. Tras del castaño su también rubia amiga caminaba con calma

—Hey Kankuro, no sé lo que hiciste, pero tu hermana no puede marcharse con nuestro trabajo de meses, además aun debemos terminar de hacer los ajustes finales — reclamo la rubia platinada llegando a donde los hermanos discutían

La rubia cobriza volvió a ver a la platinada soltando un sonoro suspiro antes de dirigirse a ella —Ino apenas de conozco, pareces una persona agradable y sin duda no es tu culpa lo que está pasando, pero tengo que irme el examen de mañana es muy importante y necesito estudiar— se explicó la cobriza

—vamos Temari, eres la mejor de tu clase reprobar un examen no te va a afectar — interpelo el castaño haciendo que la furia de la mujer se incendiara de nuevo — para ti es fácil decirlo esta es la materia más importante de la carrera y estoy a punto de perderla por tu culpa— le regaño nuevamente controlando su furia.

— Disculpa Temari...— hablo la platinada con voz suave intentando apaciguar a la otra rubia —tú... estudias ingeniería ¿cierto? — pregunto amablemente, la de ojos aqua asintió con la cabeza —bueno creo que tengo la solución a tus problemas— añadió con una sonrisa que ilumino su rostro por completo —¡Shikamaru! — lo llamo volviéndose hacia él y agitando su mano —ven acá— pidió de manera entusiasta.

El pelinegro se acercó con paso calmo a las otras tres personas que habían estado discutiendo hasta el momento — ¿Qué quieres ahora Ino? — pregunto de manera apática al llegar junto a los demás

—vas a ayudar a esta linda chica a estudiar— anuncio la chica de platinada melena peinada en una coleta

— Y exactamente porque has decidido eso— menciono el pelinegro con desgana —no sé si recuerdas que yo estudio historia— aclaro mirando de reojo a la rubia ceniza

—¡No seas vago Shikamaru! — reclamo la chica —no puedes escudarte en eso, ambos sabemos que solo estas estudiando eso para llevarle la contraria a Yoshino-san— le acuso de manera tajante quedando frente a él dijo —eres un puto genio y si no quieres que le diga a Yoshino-san la verdad le vas ayudar— después se acercó a él y le susurro en el oído —Además puedes pasar algo de tiempo con tu Xuan Nu— una gran sonrisa se separó del pelinegro quien se quedó en shock

Mientras la chica regreso con la otra rubia quien aún tenía rastros de molestia en su rostro — todo listo ahora regresa y termínenos con esto, para que puedan ir a estudiar— anuncio ensanchando su sonrisa y dando la vuelta para regresar al interior del edificio

El castaño miro a su hermana y al pelinegro quienes estaban en silencio sin reaccionar, pero después de soltar un suspiro siguió a la rubia hacia el interior. La primera en reaccionar fue la rubia quien vio alejarse al castaño y la rubia marcharse, por lo que se dirigió al pelinegro.

—Espero que sepas de física, porque si no paso ese examen tu noviecita pagara las consecuencias— sentencio con voz grave

Escuchar las palabras de la rubia hizo que Shikamaru saliera del shock solo para chasquear la lengua —Ino no es mi novia— asevero — además, eres la segunda mejor de la clase no sé porque estas tan preocupada por el examen no es como si la ingeniería fuera tan diferente a dirigir un ejército para conquistar china— agrego con una sonrisa mientras le mira de arriba abajo —Xuan Nu— le llamo — sin duda te queda — sonrío antes de darse la vuelta y comenzar a caminar por donde el castaño y la rubia se habían marchado dejando muda a la mujer tras de él 

Xuan NuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora