Prólogo

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Hola, me presento, mi nombre es ___, mi vida no ha sido nada fácil, desafortunadamente a muy pronta edad perdí a toda mi familia... ahora a mis 18 años trataré de integrarme nuevamente después de estar internada en un hospital psiquiatrico. Mi doctor me ha dicho que lo mejor sería estar acompañada con mi nana, al fin y al cabo, siempre me apoyo. Nana cuyo nombre es Lilith, ha cuidado de mí desde aquel día que me encontró sola en medio de la carretera. Al parecer, no había rastro de mi familia y mi memoria se había visto afectada. Ella es parte de la policía en un pueblo cercano a donde yo vivía. Cuando me encontró, yo lucia perfectamente sana, sin maltratos físicos, por mi falta de memoria suponían un trauma psicológico, pero era un milagro que en todos mis exámenes para determinar mi estado de salud físico salieron limpios, con tantos meses desaparecida. Al parecer había desaparecido el mismo día del accidente de mis padres.

"Una nueva vida".

—__, ¿Cómo te sientes el día de hoy? ¿No estás emocionada por la universidad?

Asentí con la cabeza, no podía creer que este día llegaría por lo que, solo me encontraba viendo la pared de mi habitación sin siquiera mirarle a los ojos a mi psiquiatra.

—Como sabrás—continúo diciendo— mi recomendación es que vivas con Lilith, tener alguien que jamás te dejó sola es lo mejor para tu salud mental. Pensaremos después si estás lista para vivir sola en un futuro, no tengas prisa. Todos tenemos nuestro ritmo.

Giré a ver a mi psiquiatra y sonreí

—La verdad es que me siento cómoda yendo a la universidad y poder vivir con Nana.

—Creo que, por el momento, me alegra que pienses así. No olvides recoger tu medicamento, espero no verte hasta dentro de 6 meses. Realmente, espero eso.

Yo también lo espero, pensé.

Me dirigí a recepción donde estaba Nana esperándome y firmando varios papeles. En cuanto me vio dio un pequeño brinco y un chillido. En su mano libre tenia varios globos y en la mesa de recepción estaba un ramo grande de flores rosadas a lado de los papeles que firmaba.

—¡Felicidades por tu alta! — me dijo entusiasmada, dejando de lado lo que estaba haciendo y agarrando el ramo. Estiró ambos brazos dándome ambas cosas que llevaba en sus manos.

Yo al no saber como reaccionar, simplemente opté por soltar una carcajada.

—No es para tanto— le sonreí de oreja a oreja. Y es que, aunque al principio para mi era una total desconocida que me visitaba cada que la dejaba el doctor. Con el tiempo la empezaba a querer como una madre.

Mi amnesia nunca tuvo remedio, incluso perdí muchos recuerdos de mi familia. Dijeron que podría ser para toda la vida, sinceramente, si mi cerebro lo omitió debe tener una enorme razón y pues los pocos recuerdos que tengo son suficientes para decir que eran unos padres amorosos, con eso me basta.

Nana me abrazó con fuerza, y como pude, le devolví el gesto.

—"Vamos a casa"— sentí un escalofrío al escucharla decir eso, parecía como si hubiese escuchado otra voz a la par de ella, pero al contrario de su voz familiar, esta se escuchaba masculina y desconocida.

—Vamos— le respondí, frotando mi brazo con el otro para quitarme el vello erizado que provocó aquella frase anterior. 

Nueva Vida (Ticci Toby x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora