Capítulo 1. Nueva casa, amigos de la universidad.

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Me desperté demasiado temprano para arreglarme. Hace una semana que llegamos a su pueblo, por una extraña razón conocía algunos caminos que acortaban a cualquier lugar que quisiese ir. Sí algo así de extraño no le prestó tanta atención, pues al tener amnesia puede que recuerde cosas muy selectivas, justo como esto.

Aunque para mí es como un deja vu, Nana no se cansa de decirme que, si no estoy cómoda, pedirá su cambio para irnos a vivir a la ciudad, yo me negué, pues de cualquier manera sería mucho que hacer, cambio de campus, casa, calles que tenga que por conocer. Por alguna razón, me siento bastante cómoda aquí. Un cambio sería peor.

El día de hoy es mi primer día, estos últimos años que he estado internada, mi educación se daba en ese mismo lugar. No había mucha interacción con otros pacientes, por lo que, no tenía amigos. Y hoy sería mi primera vez socializando después de tanto tiempo.

Bajé las escaleras, y Nana tenía pancakes recién hechos. En ellos tenía la frase "Tú puedes (:", miré mis pancakes, luego a ella y repetí la acción un par de veces. Mi cara expresaba un poco de vergüenza ajena. 

He oído historias de mi doctor sobre las cosas vergonzosas que hacen los padres en algunas ocasiones, bien, siento que esto podría ser una de ellas...

Aunque, al ver la expresión de emoción de Nana. Le agradecí y me senté a desayunar con un ligero rubor en mis mejillas. 

—Hoy es un día especial, es tu primer día de clases, por lo que, yo misma te dejaré—mencionó de golpe.

Me atraganté, provocando preocupación en Nana, me apresuré en tomar algo de agua, solucionando el problema. 

—Una enfermera me lo advirtió, si de por si no soy independiente estando en la universidad, por favor, déjame ir sola, sé que es especial para ti mi primer día, pero vamos, recuerda cuando tenías mi edad, seguro era algo vergonzoso que tus padres te dejarán en la puerta teniendo 18 años de edad.

Ella ladeo su cabeza, y sus gestos me indicaron que estaba algo reflexiva, asintió con la cabeza.

—Bien, irás por tu cuenta. Pero solo porque, si te ven bajando de una patrulla, no sé como reaccionarían tus posibles amigos. ¿Y si piensan que eres una criminal? ¡No lo permitiría!

—Creo que exageras— le dije entre risas. Y ella sólo me mostró un ligero puchero.

Caminando a la escuela, se veía la niebla muy espesa, generalmente se verían los pinos gigantescos a mi alrededor, pero tan intensa era que apenas lograba ver algo del bosque.

Adoro estos climas.

Respiré hondo y me detuve un segundo, cerré mis ojos. Disfrutaba del aroma a pino, me sentía tranquila, muchas personas le podrían temer a un bosque, por los animales que habitan en ese lugar. Sin embargo, yo sólo podía sentir una conexión. Una indescriptible conexión.

De repente, sentí una presencia a un costado mío. Era fuerte por lo que abrí los ojos de golpe girando mi cabeza para ver quien era. Solo podía ver una sombra recargada en uno de los árboles. Sentí el impulso de ir a ver quien era, pero en el fondo, atrás de él, había una sombra humana anormal, era gigante. Se notaba lejos, y aún así sentí como el bello de mis brazos se erizaban de inmediato.

—¡Buenas! — grité y brinqué volteando al otro lado. Un chico con cabello castaño claro, ojos color esmeralda y bufanda rayada se dirigía a mí— ¿Eres nueva por aquí? Jamás te había visto. Eres muy linda.

Me sonrojé, no sabía que responder. Él chico me miraba el rostro y parecía que me analizaba cada detalle... hizo que me olvidará de lo hace un segundo. Esa sensación no agradable desapareció, pero ahora tenía un problema mayor, ¿Cómo diablos haría que dejará de mirarme? Y cada vez más cerca...

Me tape la cara con las manos por instinto.

—¿Ya estás mayor para esas cosas, no crees? Vamos que te comportas como adolescente hormonal — escuché decir otra voz diferente a la anterior. Me animé a mirar, un chico bastante familiar al de la bufanda, solo que el color de sus ojos eran azules y llevaba una sudadera blanca y su cabello era más oscuro.

Seguía sin decir nada.

—¿Pero no la has visto? Es hermosa, parece de otro mundo, ven acércate a verla— respondió el ojiverde. Obteniendo un bufido por parte del otro chico.

—No me interesa, además es raro que hagas eso, ya basta— le reprendió, es curioso me daba la impresión de que eran hermanos por el parecido y que el de la bufanda era mayor que el ojiazul, pero actuaban completamente, al contrario.

—¿Quiénes son? — dije un poco tímida y en voz baja

Ambos en plena discusión voltearon a verme, uno me miró con cara de pocos amigos, mientras que el otro me dio una ligera sonrisa

—Lo siento, siempre discutimos como hermanos— el oji verde se rascó en la nuca— Verás, mi nombre es Liu, él chico con cara de pocos amigos es mi hermano menor, Jeffrey

—¡Oye! ¡Cómo te atreves a describirme así, animal! — le respondió enfadado Jeffrey.

Comenzaron a discutir nuevamente entre ellos. Yo, respiré muy hondo, estaba decidida, si ellos me dieron algo de confianza después de algo extraño, debe ser una señal. ¡Vamos! ¡Hazlos tus amigos!

—¡Mucho gusto, mi nombre es ___! — grité más alto de lo que quería provocando un sonrojo en mis mejillas, puse mis manos en mi pecho por los nervios y cerré los ojos para evitar más vergüenza, proseguí:

— ¡Espero que podamos ser amigos!

Justo cuando terminé de hablar, salieron varios cuervos del bosque de a lado. Todos volteamos a ver, la niebla ya no estaba tan espesa, y aquellas sombras no estaban... aliviada al pensar que fue solo mi imaginación lo de aquel momento de las sombras,  volteé a ver al par de chicos que estaban ahora en frente de mí.

Ambos miraban con atención aquel bosque, lucían concentrados mirando algo en el fondo, con una seriedad algo inusual. Así que, seguí su mirada en repetidas ocasiones sin lograr ver algo en especial hasta Liu reaccionó, se giró a mí y con una sonrisa reluciente me respondió.

—Tenlo por seguro, seamos amigos— soltó una ligera carcajada —¿Vas a la universidad? Estoy en mi segundo año, para Jeff es su primer día, ¿Te parece si caminamos juntos?

Jeffrey giró algo molesto hacia su hermano, por haberme contado que era su primer día. Este ante su reacción le revolvió el cabello.

—¡Claro! — dije devolviéndole la sonrisa alegre y entrecerrando un poco mis ojos. Ambos hermanos me miraron y por un momento, me pareció ver un pequeño sonrojo en Jeff, pero decidí no prestarle tanta atención.

Entonces, los tres conversando sobre cosas comunes en la vida, nos dirigimos a la escuela. 

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2023 ⏰

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Nueva Vida (Ticci Toby x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora