No estas solo...

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3 junio 2014:
La mañana siguiente mi madre me levantó muy temprano para poderme arreglar,
Al llegar al colegio todos me miraban como sí fuera un superhéroe, yo sinceramente no entendía, sí ella igual estaba muerta,
Esa palabra me aterrorizaba, muerta* me parecía que no se debía pronunciar en vos alta y menos después de lo que había ocurrido anoche,
me dirigí a mi salón de clase, al entrar note que Jhow estaba sentado en la parte de atrás junto a unas hermosas flores blancas, yo trate de ser discreta y no hacer ruido para interrumpirlo, Era más que obvió que el quería pensar, no deseaba ser interrumpido por una chica como yo que al parecer sufría de diarrea bucal no me podía guardar nada para mi,
Pero al sostener el puesto logre hacer el suficiente ruido para que el levantara su cabeza, su rostro se notaba asustado, me tomo por sorpresa su cordial forma de saludarme, como sí nos conociéramos de toda una vida, como sí fuéramos los mejores amigo, su único apoyo emocional, Me pidió que me sentara su lado, tomó mi puesto y lo alzo hasta el suyo, tomo mi maleta y la llevo y coloco sobre el puesto, seguido tomo mi mano y me halo hacia la silla, Me dijo -siéntate, tu y yo tenemos que hablar-,
Mi mente se nubló, de que podría hablar con el sí no era del accidente, de la fatídica muerte, tal vez me quería reclamar por no haberle prestado el borrador el día de ayer,
El me dijo -lo siento, no te agradecí por ayudar a Melanie en sus últimos momentos de vida- Yo asentí con la cabeza-no te preocupes solo quise ayudar , aunque no pude...lo siento-
-tengo miedo- me dijo,
Yo decidí tomar valor, lo abrace, el sonrió me apretó junto a el movió su mano sobre mi cabeza y me desordeno mi cabello, el cual había demorado tanto en arreglar
¿Deseas acompañarme al cementerio?
-Victoria, ¿sí deseas acompañarme?- repitió jhow
-yo levante mi cabeza - sí- respondí

Llegue a casa y corrí a arreglarme, deseaba verme bien pero no demasiado, también quería que no se notará que cada ves que veía a Jhow me sentía a desmayar, mis piernas temblaban y mi corazón se aceleraba.
Tome un vestido el cual considere perfecto para la ocasión, unos zapatos negros de tacón y unos lindos accesorios dorados.

Sonó un pito, era Jhow, se veía deslumbrante, con un traje negro y una corbata de color violeta, el color favorito Melanie,
Yo baje corriendo desde mi habitación, dispuesta a abrirle la puerta, pero cuando llegue mi madre ya le había hecho y también lo había invitado a pasar, el se sonrió al verme bajar, me tomo de la mano y me abraso
-te ves muy bien- me dijo,
Yo agradecí con en gesto de sonrisa seguido de un -gracias-
Salimos de la casa y hay estaba su auto, en el cual tantas veces había deseado estar, junto a el,
Me invito a subir a el auto, el subió deprisa por el otro lado y condujo hasta el cementerio.

Al llegar vi inmediatamente a los padres de Melanie, ellos se encontraban junto a su ataúd y una hermosa foto en la que Melanie, se veía realmente deslumbrante, tan llena de vida que era casi que imposible comprender que esa hermosa joven de rizos dorados, ojos azules muy bien acompaña de sus perfectos y envidiables senos; estuviera muerta,
Jhow se acercó a ellos, la madre de Melanie lo abraso fuertemente,
Me sentí mal, creo que estaba molestando a Jhow con mi presencia, sus verdaderos amigos y amigas estaban hay, dispuestos a acompañarlo y a apoyarlo en todo lo que necesitará, opte por alejarme del grupo y recostada junto a un frondoso árbol note como cada rostro se llenaba de complejos y angustias al acercarse al féretro que mantenía el cuerpo ya sin vida de la que un día fue la hermosa Melanie, todos y cada uno dedicaban una humilde y al parecer sincera mirada, todo apuntaba a que aquella chica no seria olvidada nunca, ello era imposible al ver la cantidad de amigos que tenía, Jhow se acercó al árbol donde me encontraba y desde allí aprecio cada pequeño detalle del funeral de su amada.

Una vez mas....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora