CAPITULO UNO

32 2 0
                                    

Hacía pocas semanas que había empezado este viaje y quería regresar a casa con mi familia. Sabía que estaban bien pues mis nuevas compañeras de viaje los habían llevado a un refugio militar donde sus familias también se refugiaban. El gobierno había reclutado a adolescentes durante años para ser los mejores militares en casos de guerras mientras que fingían que México era el lugar con mayores crímenes se estaban preparando para cualquier guerra mundial, el narcotráfico solo desviaba la atención de los verdaderos motivos del país. Un grupo de científicos creaba armas biológicas para colocarnos en el país más rico, amenazarían a E.U y a Europa con liberar el arma biológica si no accedían a firmar diversos contratos. Se acabaría la pobreza, el hambre y tendríamos el mejor ejército. Pero algo ocurrió y antes de que firmaran, un tonto liberó el arma haciendo que el mundo cayera. Avery y Rose las chicas que me encontraron formarían parte del nuevo ejército pero tras los intentos de la Unidad Especial de Jóvenes Militares (UEJM) por detener la invasión ellas fueron las únicas que sobrevivieron, el presidente estaba perdido en Alemania, no habían podido establecer contacto con él desde hace algunas semanas así que el general Conde estaba a cargo, y debido a que el laboratorio en México estaba infestado por los antiguos científicos no se podía trabajar ahí, asignaron a Avery y a Rose para llevar la cura a un laboratorio de EU donde desarrollarían vacunas. Un laboratorio en Los Ángeles había logrado mantenerse a salvo, 15 científicos estaban refugiados ahí  y era nuestro deber llegar ahí con vida  y proteger la vida del Dr. Jiménez el último científico que había sobrevivido a la horda zombi que surgió en el laboratorio.


-¿Y cómo sabemos que el laboratorio aún está aislado de la infección?- pregunte


- No lo sabemos pequeña, tenemos que tener esperanza que siguen con vida son la única salvación, hemos intentado establecer contacto con otros laboratorios pero ninguno respondió- dijo el Dr. Jiménez un anciano como de 52 años  con ojos amables y con canas por todo el pelo un hombre sabio...,  pero no tanto tengo solo 18 años no soy pequeña además Avery es de mi edad y a ella la trata como si fuera adulto al igual que a Rose que solo tiene 14 años. Ellas son primas entraron al programa de la UEJM muy jóvenes Avery a los 10 y Rose a los 7 fueron de las primeras en el programa. Y por lo poco que hemos estado juntas son muy buenas con las artes  marciales yo solo estudie 3 años pero ellas llevan perfeccionándolo más tiempo que yo.

APOCALIPTYC LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora