Cuando llegaste al Hotel Hazbin todos llamaron tu atención curiosamente pero al llegar al infierno notaste que todo era muy diferente de lugar donde habías venido, Charlie Morningstar princesa del infierno e hija de Lucifer y Lilith me estaba recibiendote con una gran sonrisa y alegría despampanante empujandote dentro de su hotel.
Charlie: ¡Entonces estos son todos los huéspedes y empleados del hotel, siéntete como en casa! —Sus ojos brillaban por lo que no sabías que responder.
Niffty: ¡E-ella!, ¡Una nueva huésped quitaré su mugre! —Una pequeña demonio se coló entre tus ropas y viste que quitó tu polvo.
Después de eso te sentaste en el bar donde Angel Dust y Husk te pusieron a escuchar algunas que otras groserías mientras habían referencias sexuales de por medio pero estabas acostumbrada ya que antes había alguien que estaba cerca tuyo y no era muy diferente a Angel y Husk.
Te levantaste para ver donde estaba tu habitación y quien te acompaño a ver la misma fue Vaggie la novia de Charlie pero está tuvo que irse porque hubo un problema con Sir. Pentius y Angel Dust. A lo que te metiste en la habitación de cierto locutor.
Alastor: Oh pequeña dama, yo no haría eso si fuera usted. —Al ver la gran sonrisa de aquel hombre más alto y rojo que tú trompezaste cayendo en el suelo.
—Una disculpa... Pensé que esta era mi habitación. —Te explicaste pero seguías siendo intimidada por aquel demonio.
La puerta se cerró y entendiste que no te dejaría ir tan fácil, al parecer él estaba en medio de algo importante y tú por no preguntar antes de entrar lo acabaste interrumpiendo.
Alastor: Siempre me ha molestado la gente que interrumpe mi momento de cenar. —Su voz de radio cambio a una más espantosa se acercó a ti con intenciones de herirte pero se detuvo.
En cambio te ayudó a levantarte y te sentó en una silla poniéndote un plato de Jambalaya en tus manos, la sonrisa del demonio radio en todo momento te dejaba sin pensar y su forma demoníaca desapareció volviendo a su estado normal.
