...4...

133 10 7
                                    

[...]

Habían pasado tres días desde el incidente del beso entre shouto y Dabi, y ninguno de los dos tenía las agallas de hablar sobre ello, o al menos shouto no las tenía, porque Dabi lo único que hacía era burlarse de su hermanito cada vez que podia.

Era imposible que shouto mantuviese una conversación con Dabi de más de tres minutos sin que el pelinegro se burlase de él por lo que pasó.

Cada vez que Dabi le hacía un pequeño comentario sobre eso, el bicolor automaticamente entraba en un estado de vergüenza extrema, y era normal, había desperdiciado su primer beso con el estúpido de su hermano mayor, digamos que eso no entraba en sus planes.

Ahora los dos chicos estaban sentados en el sofá del salón viendo una película cualquiera, y para ser sinceros, shouto estaba bastante pegado al mayor, y no era porque quisiera, sino porque el menor estaba cagado de miedo.

Para ponerlos un poco en situación, a Dabi se le había ocurrido la maravillosa idea de hacer una maratón de películas de miedo, y para crear ambiente apagaron todas las luces de la casa. Ya iban por la película número 3 y shouto juraba haber llorado de forma silenciosa mínimo 5 veces.

En otro de los momentos tensos de la película el menor ya se veía llorando otra vez, por lo que cerró los ojos y apretó el brazo del pelinegro, el cual no podía parar de sonreír por la actitud de su querido hermano, parecía un gato asustadizo.

dime cuándo pare la escena...— El bicolor hablo en un susurro, apegandose más al pelinegro.

sí, sí, no te preocupes, miedica." — El pelinegro hablo rodando los ojos.

Claramente Dabi no le iba a hacer caso a su asustado hermano, y le dio una falsa señal para que mirase a la televisión en el momento exacto en el que saldría el susto de la película.

El menor pegó un grito que dejó casi sordo al pelinegro que estaba a su lado, este se tapo el oído derecho y frunció el ceño mientras se quejaba.

Por dios shouto! De donde sacas esos pulmo- ay! — El mayor se quejó al sentir varios golpes en el costado de su brazo.

eres estúpido o que!? Te dije que cuando pasara la escena imbécil! — El chico le gritaba a su hermano con toda la furia del mundo, el corazón le iba a mil por hora, y sin contar que casi se pone a llorar por sexta vez, pero quién lleva la cuenta? Dabi seguro que no.

relájate mocoso! No es mi culpa que seas un miedicas joder! — El pelinegro agarró a su contrario por las muñecas, impidiéndole seguir dando golpes.

no soy un miedica! Es tu culpa por poner estas películas! Y ahora sueltame! — El chico pataleo cual niño pequeño que hacía berrinche, quería soltarse del agarre de su hermano para poder seguir regañandolo cómo Dios manda.

El mayor ya cansado de ese comportamiento tan pesado rodó los ojos y apretó su agarre, había una forma de callar a shouto, pero no le iba a gustar en lo absoluto.

El pelinegro iba a llevar una mano al mentón de su contrario, pero antes de que pudiera hacer nada el ya nombrado le mordió la mano cual perro rabioso. El mayor soltó un grito de dolor y sin pensárselo demasiado le soltó una bofetada al menor, consiguiendo que se calle de una buena vez.

Mocoso de mierda, pero que te pasa!? Estás mal o que!? — Dabi empezó a gritarle al chico que se negaba a mirarle a la cara, tan solo miraba al piso, en shock por la bofetada tan repentina que le proporciono su hermano mayor.

De un momento a otro varias lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas del bicolor, pero ni un solo sollozo, ni una queja, nada, eran simples lágrimas silenciosas, y aún así llamaron la atención de su tutor, haciendole entrar en razón de una buena vez.

Dabi soltó las muñecas de shouto y lo abrazo de forma inmediata, arrepintiéndose de lo que acababa de hacer.

h-hey shouto...lo siento, de verdad que no era mi intención...porfavor, sabes que nunca te haría daño, verdad? — Dabi le susurraba simples palabras vacías al menor, ya que está no era la primera vez que pasaba, pero claro...tampoco sería la última.

yo...no pasa nada..— el menor hablo y correspondió el abrazo de su contrario, con palabras tan bonitas quien no le creería? Además, era su hermano mayor, claro que no le haría daño, almenoa no aposta...no?

Dabi depósito un suave beso en la mejilla golpeada del menor, haciendo que este esbocé una sonrisa apenas perceptible, el pelinegro le limpio las lágrimas a su hermanito y lo abrazo por la cintura, acostándose con él en el sofá.

No volverá a pasar...te lo prometo, si quieres podemos ver la película que tú quieras — El pelinegro sugirió mientras acariciaba suavemente la cintura del contrario.

de verdad? — Comento el menor con entusiasmo, olvidando por completo lo que acababa de pasar minutos atrás.

Así era la relación de los hermanos todoroki, una relación tóxica, una en la que shouto siempre era manipulado por Dabi, y aún sabiéndolo, se deja.

Los dos chicos pasaron juntos toda la tarde y la noche, comieron juntos, cenaron juntos, vieron películas juntos, y durmieron juntos, quien no los conociera diría que se querían mucho.

...y así era, pero igual no de la forma correcta.

[...]

ᴅᴇꜱᴀʜᴏɢᴏ | ᴅᴀʙɪᴛᴏᴅᴏ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora