𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 11

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Su entrenamiento con los asesinos debe haber dado sus frutos, porque Shikamaru estaba cruzando el carruaje y blandiendo una daga oculta entre ellos antes de que ella pudiera parpadear.

—Por favor – suspiró, su pecho alzándose y cayendo con irregularidad — Por favor, Rosa — Ella abrió su boca, lista para explicar todo, pero él estaba jadeando, sus ojos muy abiertos — Puedo pagarte.

Una pequeña y miserable parte de ella se sentía bastante engreída ante la vista de él acobardándose. Pero ella levantó sus manos, enseñándole que iba desarmada, al menos hasta donde él podía ver.

—El rey piensa que tú eres parte de un movimiento rebelde que está interrumpiendo su agenda.

Él ladró una risa áspera, tan bruta que nada del suave y adorable hombre se reconoció en ese sonido.

— ¡No soy parte de ningún movimiento! Wyrd me maldiga, yo puedo ser un puto, ¡pero no soy un traidor! – ella mantuvo sus manos donde él pudiera verlas, y abrió su boca para decirle que se callara, se sentara y escuchara. Pero el volvió a hablar – Yo no sé nada acerca de un movimiento como ese. Ni siquiera he escuchado de alguien quien se atreviera a directamente tratar de meterse en el camino del rey. Pero, pero... — Su jadeo se normalizó. — Si me perdonas, te puedo aportar información sobre un grupo que conozco que está empezando a reunir poder en Rifthold.

— ¿El rey está enfocando en las personas equivocadas?


—No lo sé – dijo rápido – pero este grupo... Este, él probablemente querría saber más. Parece como que ellos recientemente aprendieron que el rey puede estar planeando un nuevo horror para todos nosotros, y ellos quieren pararlo.

Si ella fuera agradable, una persona decente, le diría que se tomara un tiempo para calmarse, para corregir su mente. Pero ella no era una agradable, una persona decente, y su pánico estaba dando a su lengua rienda suelta, así que ella le dejó continuar.

𝒞𝑜𝓇𝑜𝓃𝒶 𝒹𝑒 𝑀𝑒𝒹𝒾𝒶𝑜𝒸𝒽𝑒 - 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora