Todos se hacían la misma pregunta, ¿quién es Jeon realmente?
Creo que ni él mismo sabría responder ante eso, por que el verdadero Jungkook era Gong Joon-su.
Quizá el plan que hizo con su hermano funcionaria, y al final de todo tendría a su pequeño a...
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Finalmente ahí estaba Jungkook, en la salida tratando de divisar a Taehyung, al cual si vio, pero venía con un acompañante.
Se acercó a ellos, y suspiró de tener suerte, pues hoy no sería el día en que tenga que hacer su "reto".
—¡Hey Jungkook!— un chico pelinegro le alzó la mano para que los notará.
—Hey..— Jungkook se acercó a ellos dos y les mostró una sonrisa.
—¿nos vamos? Taehyung dijo que estudiaríamos los tres.— Soobin no sabía mantenerse callado.
—Perdón Jungkook, olvidé que hoy también tenía que estudiar con Soobin.—Taehyung se disculpó con él.
—Esta bien, no tengo problema, ¿traen auto o quieren ir en el mío?.—
—¡Oh dios si! me gustaría ir en el auto de Koo, ¿tu no Tae?.— dijo soobin con interés de conocer el auto de Jeon.
—Uhh, ¿si podrías llevarnos? hoy no pude traer mi auto..— Taehyung decía la verdad.
—Esta bien, no tengo problema, vengan conmigo.— Jungkook caminó primero que ellos para dirigirlos a su auto.
Mientras tanto Taehyung y Soobin cuchicheaban detrás de Jungkook emocionados, siempre veían que aquel apuesto chico rubio traía un auto diferente, pero hoy no notaron que auto traía, por lo que les interesó aún más.
Al llegar al estacionamiento escolar, Taehyung y Soobin quedaron boquiabiertos. El auto del rubio era un hermoso Mercedes Benz E200, perfectamente encerado y brilloso por fuera, con cristales polarizados al 70%, con unos asientos de piel blancos, tablero de pantalla, lujoso a primera vista.
—Ehh.. adelante subanse en donde gusten.— habló Jungkook con timidez.
Estaban tan impresionados, que lo único que pudieron hacer es asentir y subirse. Soobin en el copiloto impresionado por los hermosos acabados del auto, perfectamente limpio, con olor a perfume varonil que se notaba que no provenía de Jungkook. Taehyung en los asientos traseros, aún más impresionado por las pantallas detrás de los asientos, los tapetes de color blanco, un porta vasos de color blanco en medio de los asientos, cinturones automáticos, sin duda, el auto que el soñó, y que no pudo comprarse pues se habían agotado los existentes en la tienda mercedes.
Jungkook al verlos subir también subió de piloto, tierno al ver la carita asombrada de los dos contrarios. —Bien, vamos, solo que diganme la dirección de su departamento.—
Soobin asintió y buscó en su mochila donde anotar, Jungkook al ver la acción soltó una risita. —¿Que haces?—
—Ehh.. busco donde anotarte.— dijo Soobin con inocencia.
