𝐂𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐍𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒┃ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ

𝟎𝟏| 𝐓𝐎𝐑𝐓𝐔𝐑𝐄 𝐈𝐒 𝐕𝐈𝐂𝐓𝐎𝐑𝐘

Si, la vida es una mierda, pero esto es mi mierda. Miles de apodos corren por mi cabeza, muchos conocidos, otros solo inventados, rumores y más rumores, ciertos y falsos

La victoria es difícil de conseguir, más el esfuerzo es lo que hace que esta venga a mi, obtengo lo que me propongo con una simple palabra, el inicio de la noche es mi más grande compañía, mi astuto plan y el origen es conocido para pocos, pero la verdad es irracional, bastante irracional. Ellos lo desean, desean inventar lo que no es y mi origen es una de esas mentiras más, mi objetivo es claro y solo yo sé cómo conseguirlo... Su muerte, esa será mi paz y sus mentiras se convertirán en cenizas con el en el infierno.

Quería sentir como mi daga cortaba lentamente su cuello, escuchar sus gritos, sus suplicas por vivir, su llanto por el dolor... Amaba ver la sangre correr por sus cuellos, tengo una forma única de matar, otra cosa más por la cual rumorean sobre mi. Aún así, el deseo de asesinarlo era grande y lo cumpliría.

Sonreí al verme en el espejo; usaba un vestido negro ajustado, ese oscuro color haría que la sangre pasara desapercibida cuando regresara a casa, tenía que cumplir mi objetivo, y lo voy a disfrutar mucho.

—Maelle, le haces un favor a la humanidad.—Mi sonrisa no se borraba, era absurdo estar orgullosa de lo que hacía... Pero es mi vida, mi jodido destino. Solo disfrutaba de las oportunidades que este me brindaba.

Jacob, mi guardaespaldas de confianza, me abrió la puerta del vehículo estacionado, subí y tomé un maletín que estaba a mi lado. Contenía un arma fácil de ocultar y mi daga favorita; más larga que un puñal y más corta que una espada, de doble filo, letal y a la vez magnífica.

En mi cabeza ya había miles de escenas que podía completar con esta maravillosa arma, miles de fantasías y más... Acariciaba con mis dedos el filo de la daga, estaba bastante filosa, mi dedo sangrante lo comprobó, limpié la sangre y oculte la daga en mi vestido.

Estaba preparada para joder a ese periodista, deseosa de verlo morir, verlo suplicar y gritar en agonía. Ese hijo de puta quiso inventar rumores sobre mi, engañar a los demás con mentiras, meterse en mi vida y ahora tendría que hacer que callara en su totalidad.

—No deje una señal ésta vez.—Jacob me sacó de mis pensamientos— Quiere librarse de las investigaciones, no querrá que ahora la investigue la policía.

—Mi dulce Jacob, la tortura es un plato que se sirve caliente porque si se llega a comer frío, no se habrá disfrutado.—Le sonreí y le guiñe un ojo antes de bajar del vehículo.

Fui recibida por una empleada, su aspecto era demasiado joven, no pasaba de los catorce o trece años... Este imbécil sin duda es un mal nacido.

—Al fin nos conocemos—Escuché—, ¿Maelle?

—Buenas noches.—Sonreí.

—Le agradezco que haya aceptado una entrevista, debe estar consciente de el peligro al ser una mente maestra en el área criminal.

—¿Área criminal?

—Señorita... Sabemos a lo que se dedica, no es secreto para nadie—Comenzó ha acercarse a mi—. Muchos conocen a "Maelle" una exitosa empresaria, más, pocos sabemos la realidad...

—Descarte sus dudas y comencemos con la entrevista, que el tiempo yo no lo pierdo.

—Bien.—Dijo asintiendo y guiándome hacia una habitación de la casa, ahí habían dos sillones, no me moleste en preguntar y me senté.

El deseo de sacar mi daga y acabar con el estaba creciendo más de lo que pensé.

—Sabes... Nunca pensé que aceptarías, el peligro en el que te pones es mucho, es un riesgo las palabras que pueden salir se tu boca.

Mi arma apunto a su cabeza.

—Mejor cuida que palabra fórmulas, cada una de ellas podría costarte una gota de sangre.—De golpe sonreí.

—Maelle...

—Shhh...—Me levanté de mi asiento sin dejar de apuntarle—¿Qué mentiras mencionabas sobre mi?

Una risa se escapó de mis labios.

—Soy una asesina a sueldo... Líder de una mafia... la cual no se si exista, de hecho—Dije—. Quiero que sepas que no trabajo para nadie, puedo tener el mundo a mis pies si así lo decido. Además, lo que haces con tus empleados, ¿Una niña de trece años, enserio? Eres una escoria, una mentira solamente.

Mi corazón palpitaba con fuerza, comenzaba a sentir adrenalina en mi, no me importaba quienes estuvieran en esa gran casa, solo quería destruirlo. Deslice la daga por mi vestido, tomándola.

—Esta es mi más grande aliada, mi compañía y la única de pocas en las que confío—Presumía mi bella arma—, ¿sabes que le gusta hacer? —El negó.

Me senté en una de sus piernas y acerqué el objeto filoso a su rostro, acariciando su piel con este, el solo respiraba apresuradamente, tenía miedo, percibía cada gota de si temor.

—Sabes... Nunca pensé que pediría una entrevista, el peligro en el que te pones es mucho, es un riesgo cada súplica que puede salir de tu boca—El filo comenzó a cortar parte de su rostro, un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras yo sonreía—. ¿Ya no es divertido?

El no decía nada, oprimía sus labios con fuerza. Alejé la daga de su rostro y el comenzó a respirar con fuerza, como si hubiese cortado más que su piel.

—¡Eres muy exagerado! Solo corte un poco—Mi sonrisa se borró de golpe, mi actitud comenzó a ser seria y comencé a susurrar cerca de su oído—. Este es el precio que pagan los mentirosos... Apenas y estamos comenzando.

Mi daga volvió ha acercarse a su rostro, deslice el arma filosa desde su mejilla hasta su cuello, comencé a presionar y su respiración comenzó ha agitarse más.

—P... Maelle... P-por favor...—Comenzó a suplicar.

Presione aún más cortando la piel por completo, causando una gran herida. Su cabeza fue hacia tras comenzando a agonizar. Lágrimas salían de sus ojos, suspiros... Quería gritar, más ya no podía hacerlo.

—Te preguntarás, ¿por qué no hice que una bala terminara con tu vida? —Hablaba con el sujeto agonizando—, la tortura es la base de la victoria, disfrute que te tragaras tus mentiras... Pues ya no podrás ni siquiera volver a mencionarlas, ¡¿No es divertido?! —Reí.

Y de un momento a otro su respiración paró, las lágrimas aún caían, más el ya no luchaba por respirar.

—Recurda con quien te metiste, hijo de puta.