𝟎𝟎𝟕. 𝐅𝐫𝐢𝐝𝐚𝐲 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭

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𝖁𝖎𝖊𝖗𝖓𝖊𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖑𝖆 𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊

Septiembre 14, 6:40 pm
Zona metropolitana de Tokyo, Japón

Siendo ya bastante tarde en el día, eso no te detuvo para comenzar una nueva pintura. Goldasas en tu habitación, se encontraban aquellos dos cuadros con el rostro de ambos chicos. Geto Suguru, del lado izquierdo, y Gojo Satoru, del lado derecho. A nadie le importa eso, pero a ti sí, ya que ambos voltean hacia zonas diferentes, como si se evitaran. Era extraño y algo perturbador tener cuadros de tus compañeros en tu pared, pero no puedes simplemente dejarlos arrumbados en tu cuarto.

Jamás han entrado, y siempre que Shoko yegua a alguna plática, guardas estos debajo de tu cama, evitando que te vea con malos ojos al ver que tienes pinturas de sus compañeros y amigos en la pared de tu habitación. Sería una advertencia del destino para terminar con todo.

Justo en esos momentos estás pintando el conejo de peluche que tu padre te dio hace dos meses, sintiendo una sensación tan familiar en ese peluche, decidiste plasmarlo eternamente en un lienzo. Tonos pasteles decoraban todo el cuadro, justo como hacen en aquel peluche. Estabas pintando el fondo, donde varias plantas, flores y vegetación crecían a tu alrededor. Usando la misma técnica que con las flores, hacías que las plantas salieran de la pintura hacia el exterior.

Pasando tu mano llena de pintura por tu mejilla, donde un cabello está metiéndose a tu boca, dejando ese sentimiento pastoso, manchas el mechón de diversos dolores. Dejando algunas manchas en tus labios y pómulos.

Era más difícil pintar muñecos de tela que rostros realistas, las luces pegan completamente diferente en la tela que en el rostro o cabello.

Beautiful Stranger, sitting right there. —Cantas a coro con la canción que tus audífonos emiten en esos momentos, en susurros balbuceas palabras mientras con una de tus uñas haces las luces de las flores que conforman el fondo. Luces de color amarillo, en único color que el conejo no tien en abundancia como lo son; rojo, azul, morado, verde, rosa, naranja e incluso variaciones de los mencionados, cafés, tonos oscuros y demás.

Siguiendo con sus orejas largas luego de las flores, tu cántico se tornó más suave, un susurro que solo tu mente podía comprender. Seguro balbuceaste, pero eso no era importante ahora, tenías todo el tiempo del mundo para terminar, mañana era sábado, día libre en donde podrías descansar tu mente.

Looked up at me and my dark curly hair. —Sabiendo que no tenias el cabello de aquel color o forma, miraste de reojo este mismo, era café claro, como lo recordabas. Regresaste la mirada a la pintura, mirando sus colores—Looked back for a second didn't want to be rude. —Recuerdas el momento donde conociste a aquel par, a la distancia mirando sus acciones con la mayor atención posible.

I tend to fall in love on the train.

Queriendo que ellos no se fueran, pero tú lo hiciste, te alejaste de la ventana y los dejaste solos con el frío exterior en un día lluvioso que no se a repetido desde entonces, pero eso no detuvo tu canto, seguiste tarareando malamente las palabras y escenarios que la cantante describe en la canción.

Recordando el momento donde tu mirada se cruzó con la de Gojo, sabiendo que no podías ver sus ojos. El color ahora era lo primero que recordabas apenas mirar la pintura que oculta sus bellos rasgos, no era dispersa. Era un cielo estrellado oculto con el mando de la noche.

—What if I would've stayed on the train? —La incógnita de saber qué hubiera pasado si eras valiente y corrías a hablar con ellos. Encontrarte con ambos y brindarles un refugio—Dared to stand up and ask for his name. Maybe we would have exchanged a few words. —Preguntar por sus nombres en ese momento, poder saber sus gustos o siquiera algunas palabras torpes contigo empapada bajo la lluvia por la ausencia de un paraguas.

𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐀𝐓 | gojo satoru, geto suguruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora