En la ruta del tiempo un triste adiós,
Tu luz brilló, mas se apagó en un suspiro,
Amiga fiel, en el recuerdo miro,
Perdiste la partida entre el coche veloz.
El asfalto testigo cruel de tu destino,
Guardó el instante amargo en su silencio,
Un accidente atroz, triste y sin clemencia,
Arrancándote de esta vida en un desatino.
Aún resuenan las risas en el aire,
Las memorias vivas de momentos dorados,
Pero hoy el llanto inunda los pasillos callados,
Tu ausencia pesa como un lastre necesario.
¿Por qué la vida juega así sus cartas?
Nos arrebata seres queridos en su danza,
Dejándonos con la herida abierta, sin bonanza,
La amistad perdida en las rutas amargas.
Cada verso es un lamento en tu memoria,
Un homenaje a la amiga que se fue volando,
Tu luz perdura en cada rincón, brillando,
Aunque el destino haya tejido esta triste historia.
Que encuentres paz en el etéreo horizonte,
Que la amistad perdure más allá de la muerte,
Guarda un lugar para nosotros en tu suerte,
Y desde el cielo, envíanos tu dulce anhelo en un monte.