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La diferencia entre ellos y yo...


Cada día me pregunto frente al espejo quien soy, como si mi reflejo pudiera darme una respuesta que ni siquiera yo misma he encontrado a lo largo de los años. ¿Quien soy? ¿Soy este cabello corto y este montón de ropa que he puesto sobre mi cuerpo? O solamente soy aquella chica, con el pelo colgando hasta la cintura, a quien abandoné con lágrimas amontonadas en los ojos más inocentes del mundo, en el sillón de una peluquería.
¿Quien soy yo? ¿Qué me hace ser quien soy? De algún modo es una pregunta muy simple, pero... por mucho que desee tener contestación para ella, nunca he logrado conseguir la nitidez suficiente de una imagen de mi misma.

Miro la pequeña cacerola de arroz en mis manos, las gotas de agua empañan aún el cristal de la tapa; vuelvo a llamar a la puerta del 304, pero sigue sin haber respuesta, probablemente Renjun continue dormido. Me encojo de hombros y giro sobre mis pies, nuevamente en dirección a mi apartamento; empujando con la cadera la puerta principal para entrar, coloco lo que llevo en las manos sobre la mesa y tomo unos post it puestos también sobre esta. Tengo muchas cosas que hacer, así que no me sobra el tiempo para desperdiciarlo esperando. Por lo tanto, arranco una hoja y escribo en ella desayuno, la pego en la tapa y vuelvo a salir, esta vez con las cosas que necesitaré en una mochila. Doy un último toque a la puerta, para terminar dejando la olla de arroz y unos huevos además, dentro de ella.

"Tienes todo para triunfar, y lo tienes en las manos. " —me repito una vez cruzo la calle y mis pasos adquieren la firmeza de alguien que sabe quién es. Como si por arte de magia, las inseguridades, hubiesen decidido quedarse en casa y yo fuese alguien diferente a la de un cuarto de hora atrás; pero no era así, nunca es así. Las inseguridades se aferran a mi, como a cualquier otro ser humano; la diferencia entre cualquier otra persona y yo, está en que conozco que es mi desición escucharlas o no, y también cuando escucharlas. Por eso cada mañana me doy yo misma el aliento que necesito y luego de verme al espejo y dudar, también pienso en que algún día sabré la respuesta para todas esas preguntas y tengo la esperanza de convertir, toda la incertidumbre en la inspiración necesaria para crear arte.

Camino por las calles de Seúl desde que tengo uso de razón, pues crecí en la ciudad, y siempre me ha gustado explorarla a fondo, cada callejón era un mundo nuevo y cada mundo tenía una historia diferente, eran esas historias, y la mía propia, las que me daban fuerzas para continuar luchando. Porque a fin de cuentas, Seul, por muy hermosa que fuese, seguía siendo una jungla de asfalto, abarrotada de animales salvajes ávidos de sangre.
Al inicio yo fui solo una presa más, pero ahora era diferente; ahora sabía que lo único que tenía que hacer para lograr algo, era proponérmelo, sabía que no debía complacer a nadie más que a mi misma, sabía que aunque muchas personas salieran de mi vida, siempre iba a a tener a alguien en quien confiar y sobre todo sabía que ya nadie podía hacerme daño si yo no lo permitía. Entonces, entre todas esas cosas yo era feliz, estaba extasiada con la belleza de los altos edificios, de los parques, de las personas y de la música; mi mayor pasión y había sido también mi ruta de escape en los momentos en los que la realidad me golpeaba en la cara. Aunque estuviese estudiando leyes, porque necesitaba tener un título en las manos, tenía más que decidido que por encima de todo, mi vida sería como un girasol y mi sol sería la música.
Pero necesitaría un instrumento para crear y transformar y precisamente, era eso lo que buscaba en las calles en el día de hoy. Me urge comprar una guitarra, he guardado lo suficiente como para conseguir algo de muy buena calidad y eso me enorgullece, porque tiempo atrás perdí la mía en una pelea que no me permito rememorar.

Dentro de la tienda los instrumentos se encuentran acomodados por secciones, como si cada uno fuese un individuo de grupo social diferente, con disímiles capacidades; y creo que en cierta medida lo son, no los estoy comparando los unos con los otros, sino descubriendo la fascinación que me causa la cantidad de personas que viven a través de ellos; las cuales no piensan y sienten de la misma manera, ninguna compone del mismo modo, ni sobre un único tema. Sin embargo, cada canción, como cada farola en esta ciudad, ilumina una pequeña porción de mundo, y en esa pequeña porción, al menos una persona se siente identificada con ella.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2023 ⏰

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