El parque.

4 0 0
                                    

Después de su agradable encuentro en el café, Elena y Liam se despidieron con sonrisas cálidas y corazones llenos de emoción. Cada uno regresó a su hogar con la mente llena de pensamientos sobre el otro y la conexión que habían compartido. La Ciudad del Eco parecía más viva que nunca, sus calles ahora impregnadas con la promesa de algo nuevo y emocionante.

Elena entró en su acogedor apartamento, el misterioso libro en su mano. Se dejó caer en el sofá y suspiró mientras repasaba en su mente los detalles de su tarde con Liam. Sentía una mezcla de felicidad y anticipación, emocionada por lo que el futuro podría depararles.

Por otro lado, Liam se encontraba en su estudio, su mente zumbando con la energía del encuentro. Se paró frente a su caballete vacío y, en lugar de agarrar sus pinceles, tomó su teléfono. Después de un breve momento de duda, comenzó a escribir un mensaje:

*Hola Elena,*

*Espero que hayas llegado bien a casa. Quería agradecerte nuevamente por aceptar el café hoy. Disfruté mucho de tu compañía y de nuestras conversaciones. Me hizo muy feliz poder compartir pensamientos y risas contigo. Espero que podamos repetirlo pronto. Si tienes tiempo, me encantaría volver a encontrarnos.*

*Hasta entonces, ten una buena noche.*

*Liam*

Después de leer el mensaje una y otra vez para asegurarse de que transmitiera lo que sentía, Liam finalmente se atrevió a presionar el botón de enviar. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba una respuesta, preguntándose si Elena sentiría lo mismo que él.

En el apartamento de Elena, su teléfono vibró, alertándola de un nuevo mensaje. Con una sonrisa anticipada, tomó el dispositivo y leyó las palabras de Liam. Su corazón dio un vuelco mientras leía su mensaje, sintiendo que sus emociones eran correspondidas.

Elena respondió con una rapidez que sorprendió incluso a ella misma:

*Hola Liam,*

*Gracias por el mensaje. También disfruté mucho de nuestro tiempo juntos. Me alegra que hayas pensado en repetirlo, ¡yo también estaba esperando que lo sugirieras! Sería genial volver a encontrarnos y seguir explorando la Ciudad.*

*Ten una maravillosa noche.*

*Elena*

Una sensación de calidez llenó a ambos mientras intercambiaban mensajes esa noche. Compartieron historias, anécdotas y risas a través de la pantalla, sintiendo que se estaban conociendo aún más profundamente. La distancia entre sus hogares se disipó mientras las palabras fluían entre ellos.

A medida que la noche avanzaba, Liam finalmente se despidió:

*Es tarde y sé que ambos tenemos un día emocionante por delante mañana. Que tengas dulces sueños, Elena.*

*Hasta pronto,*

*Liam*

Elena respondió con una sonrisa en su rostro:

*Descansa bien, Liam. Hasta pronto.*

*Elena*

Con sus corazones ligeros y la promesa de más encuentros en el horizonte, tanto Elena como Liam se sumieron en el sueño, sus mentes llenas de expectación y alegría.

                               *****

Al día siguiente, el sol se alzó sobre la Ciudad del Eco, pintando el cielo con tonos dorados y rosados. El aire estaba lleno de energía, una promesa de que algo emocionante estaba a punto de suceder. Elena y Liam se despertaron con una sensación de anticipación en sus corazones, cada uno ansioso por lo que el nuevo día les traería.

Elena se levantó temprano, su mente llena de pensamientos sobre el mensaje de Liam y el café que habían compartido. Mientras preparaba su desayuno, revisó su teléfono, encontrando un nuevo mensaje de Liam:

*¡Buenos días, Elena! Espero que hayas tenido un buen descanso. ¿Cómo te sientes acerca de explorar un lugar interesante hoy?*

Elena sonrió mientras leía el mensaje. La idea de otra aventura con Liam la emocionaba, y su respuesta no se hizo esperar:

*¡Buenos días, Liam! Estoy emocionada por explorar más de la Ciudad del Eco. ¿A qué lugar misterioso tienes en mente?*

Mientras tanto, en su estudio, Liam también había comenzado su día con un corazón lleno de emoción. El mensaje de Elena lo llenó de alegría y emoción por lo que el día tenía reservado. Respondió con entusiasmo:

*¡Buenos días, Elena! Me alegra que estés emocionada por la idea. ¿Qué te parece si nos encontramos en el parque junto al antiguo reloj? He oído que hay una historia interesante detrás de ese reloj y me encantaría compartirla contigo.*

Elena leyó el mensaje y asintió para sí misma. El parque junto al antiguo reloj sonaba intrigante, y estaba ansiosa por aprender más. Respondió rápidamente:

*¡Me parece perfecto! Nos vemos en el parque junto al antiguo reloj en una hora.*

Con la cita establecida, ambos se prepararon para el día. Elena se vistió con ropa cómoda y tomó el misterioso libro, sintiendo que la historia de la Ciudad del Eco la acompañaba en cada paso. Liam, por su parte, eligió una camisa casual y guardó algunos bocetos en su mochila, en caso de que la inspiración golpeara durante su encuentro.

Una hora después, Elena llegó al parque junto al antiguo reloj. Liam ya estaba allí, esperándola con una sonrisa cálida. Se saludaron con entusiasmo y comenzaron a explorar el área. Liam compartió la historia del antiguo reloj, que había sido testigo de innumerables momentos a lo largo de los años.

Mientras caminaban y conversaban, Elena notó cómo Liam miraba a su alrededor, tomando notas mentales y a veces sacando su teléfono para tomar fotos de detalles interesantes. Se dio cuenta de que su pasión por la pintura también influía en cómo veía el mundo a su alrededor.

Después de explorar el parque, decidieron tomar un descanso en un banco cerca de un estanque sereno. El sol brillaba sobre el agua, creando destellos de luz danzante en su superficie. Liam sacó su teléfono y mostró algunas de las pinturas que había creado inspirado por la Ciudad del Eco.

Elena miró las imágenes con admiración, impresionada por cómo Liam podía capturar la esencia misma de la ciudad en sus pinturas. La conversación fluyó naturalmente, y pronto estaban compartiendo risas y anécdotas como viejos amigos.

Al final de su encuentro, Liam miró a Elena con una sonrisa suave.

—Elena, quiero agradecerte por este maravilloso día. Realmente disfruté de nuestra compañía.—dijo, su mirada reflejando sinceridad.

Elena asintió con una sonrisa radiante.

—Liam, el placer ha sido mío. También he tenido un día increíble y estoy agradecida por haber tenido la oportunidad de conocerte mejor. —respondió, su corazón lleno de gratitud.

Los dos se levantaron del banco, con la sensación de que habían compartido algo especial en ese día.

A medida que se despedían, Liam no pudo evitar decir lo que estaba en su mente.

—Elena, desde la última vez que nos vimos, no he dejado de pensar en ti y en lo afortunado que me siento de haberte conocido. Espero que podamos seguir explorando juntos y compartiendo más momentos como estos.

Elena sonrió, su corazón latiendo con emoción.

—Liam, siento lo mismo. Estoy ansiosa por más aventuras y por seguir conociéndote mejor. Hasta pronto.

Con un último vistazo lleno de promesas, Elena y Liam se separaron, cada uno con una sensación de alegría y anticipación.

Destinos Cruzados en la Ciudad del EcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora