Capítulo 2

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Cuando por fin llegó, la casa seguía vacía, pero del cansancio y el hambre, no pasó más de un minuto que se quedó completamente dormida.
Al día siguiente se despertó creyendo que todo había sido una mala pesadilla, pero cuando la llamo y volvía a no haber respuesta, fue consiente de que todo los que ocurrió ayer fue real.
Rápidamente lo primero que hizo, antes que nada, fue llamar a la policía.   Un rato después de haberle explicado que había sucedido, alguien llamó a la puerta.
-Buenos días, usted debe ser la señorita Mia- dijo el Sargento Marcus.
-Ehm si, soy yo- tartamudeo Mia, ya que nunca antes le había hablado a la policía.
-No se preocupe por su abuela, nosotros le ayudaremos a encontrarla- dijo el detective Max.
-De todas formas necesitamos hacerle unas preguntas- dijo Marcus.
-Claro, pasen- dijo Mia.

Los dos hombres entraron y todos se sentaron en el sofá. Max sacó una libreta y un bolígrafo de su bolsillo, y empezó a hacer algunas preguntas a Mia:
-Y por cierto- dijo- A parte de tu abuela, ¿Tiene algún otro familiar?
-Sí, la tía Snack, pero vive en un pueblo a pocos minutos de aquí- respondió Mia.
- ¿ Y ella sabe lo sucedido? - dijo Marcus.
- No, ni siquiera me dio tiempo a avisarla. Es que... Estaba muy preocupada y... - las lágrimas le salían poco a poco a Mia, al recordar que de los pocos miembros de la familia que tenía, uno de ellos había desaparecido.
Max al ver que la muchacha, estaba llorando, le sonrió y le dijo:
- Oye, tranquila, no te preocupes. Te prometo que encontraremos a tu abuela y pronto podrás volver a estar con ella.
- Pero, ¿y si la han secuestrado?, O que pasa si nunca más vuelvo a ver a mi abuela? - decía Mia con lágrimas en los ojos.
-Te prometemos que eso no va a pasar- dijo Max.
Mia se limpió las lágrimas y se pusieron en marcha. Después de que Max apuntará todo, contactaron en seguida con la tía de Mia. La cual está se asustó mucho.

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