¿!PERCY!?

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Nico está cansado de todo.

Está cansado de no encontrar ninguna pista de Percy.

Está cansado de que, cada vez que parecen estar cerca de encontrar alguna pista de el paradero de su novio, todo el progreso que han logrado desaparezca.

Está cansado de que, cuando por fin logró estar con Percy, los dioses se lo hayan llevado.

Está cansado de que los dioses evadan sus llamados.

Está cansado de que aún en esta situación, tenga que ir a cumplir sus obligaciones de Embajador de Plutón.

Lo único bueno que ha tenido en éste tiempo a sido haber encontrado a Hazel.

Nico se transportó por viaje de sombras a el Campamento Júpiter.

Probablemente Will, su mejor amigo y autoproclamado doctor personal, se enojaría con el en cuanto regresara.

Empezó a caminar por el campamento buscando a Reyna, ya que su padre le había pedido que le entregara unas cartas.

Unas.
Cartas.

Qué era?
Hermes?

Notó que no había nadie por dónde llegó, por lo que fue a revisar y notó que se estaban realizando juegos de guerra.

Se transportó a una torre alta en donde se podía ver todo lo que ocurría abajo y empezó a analizar la partida.

Inmediatamente vió que la Quinta Cohorte estaba adentro, vió a Hazel montada en un elefante, Frank estaba cuidando su retaguardia y vió a Percy luchando con varios legionarios a la vez y abriendo paso para que Hazel pudiera avanzar.

Percy se veía tan bien, como la vez que lucharon Thalía, Percy y él contra el ejército de Cronos.

Hacía tiempo que no lo veía combatir, y Nico se preguntó porqué, si a el le encantaba hacerlo, ver a Percy derrotar a su enemigo con esa gracia y-

Espera...

¿! PERCY!?

QUÉ, EN NOMBRE DE REA, ESTABA HACIENDO PERCY ALLÍ!?!?

-Reyna!- gritó Nico en cuanto logró ver a la chica montada en su pegaso y supervisando el desarrollo de los juegos de guerra.

-Hola Nico! No me dijiste que ibas a venir. Llegaste hace mucho? Tiene tiempo que no vienes. Encontraste lo que perdieron los dioses?

Sintió que sus piernas flaqueaban y trató de ocultar su conmoción.

Los primeros días después de la desaparición de Percy, Nico no salió de su cabaña en el Campamento Mestizo hasta que Will le dijo que no podía vivir lamentándose de sí mismo toda la vida y que mejor utilizara los días correctamente; así que lo hizo, empezó a liderar misiones de búsqueda, estabilizó la moral de los campistas conmocionados e hizo sus viajes al Campamento Júpiter.