El pequeño izuku

Kero

-~Kero~- Tsuyu Asui una persona sencilla y relajada que siempre habla directamente de su mente y de lo que piensa de los demás. Quien creería que ahora tendría que hacer la labor de "madre" cuidando a su compañero de clases Izuku Midoriya, no era que le molestará, de hecho le agradaba la idea de poder demostrar sus "dotes de hermana mayor" pero era algo raro tener que poner el ejemplo con su amigo como ejemplo.

-Señorita Tsuyu, mire! mire!- Una chillona e infantil voz sonó detrás de ella sacándola de sus pensamientos, al darse vuelta puede notar como el antes nombrado estaba sosteniendo un dibujo con crayones, realmente no se podría decir que era una obra maestra, pero si era bastante bueno para un niño de esa edad y capacidad.

-~Kero~- La chica peliverde miro con detenimiento el dibujo, era una interpretacion de el como imaginaba el era el traje de héroe de ella usándolo, literalmente era muy idéntico a una rana, pero de cierta forma era algo tierno, pues era como si tuviera una pijama de el anfibio. -Es un gran dibujo Midoriya-chan ~kero~- Contesto la chica mientras le daba una sonrisa y tomaba el dibujo de el infante.

Esto le causó una gran sonrisa al pequeño que daba algunos saltos a forma de triunfo -¿En serio? Muchas Señorita Tsuyu!- Por sonrisas como las que tiene el pequeño Izuku es que valía la pena esforzarse día a día, se podía decir que su sonrisa daba años de vida, era algo distinta a la que normalmente tenía el chico peliverde cuando tenía su edad normal. Está era infantil y tierna, la normal era una que transmitía tranquilidad y paz, aunque las dos te hacían sentir lo mismo, confianza.

Era lo que más le gustaba a la chica anfibio, claro, las demás sonrisas también le gustaban, pero la de él era especial, no cualquiera te daba ese sentimiento tan puro y cariñoso que te daba la sonrisa de Izuku Midoriya. Poco a poco parecía que las mejillas de la peliverde se ponían algo rojas mientras se perdía en sus pensamientos nuevamente. 

-¿Uhm? Señorita Tsuyu ¿Está bien?- Pregunta el infante mientras da pequeños jalones a la blusa de la chica con una cara algo preocupada al ver la reacción de Tsuyu.

-Kero?- Finalmente reaccionó y le sonrió nuevamente al pequeño mientras le acariciaba la cabeza de forma cariñosa. -Perdon Midoriya-chan, ¿Te parece bien si vamos a la sala con los demás?-

-Si! Quiero ir a jugar con la señorita Mina y con Kaminari!- Respondió con emoción mientras daba pequeños saltitos.

Apenas habían pasado unos días en el que tuvieron que convivir con el peliverde en ese estado y el pequeño se hizo amigo de todos rápidamente, no parecía ser el mismo chico nervioso y tímido que era al principio de la U.A.

-Bien, puedes ir yendo, tengo que hacer algo antes de ir- Ante esto último dicho por la chica anfibio el pequeño sonríe pero no parece irse.

-¿Quiere que le ayude señorita Tsuyu?-

-No es necesario, puedes ir adelantando solo voy a ver si tengo algún pendiente- Apresar de la aparente corta edad que tiene el infante en esos momentos, era alguien bastante acomedido, si había que hacer algo este se ofrecía, claro en pequeñas cosas que parecía saber hacer, más sin embargo era algo que no muchos a esa edad suelen hacer.

-Esta bien, iré con los demás, nos vemos señorita Tsuyu!- Este rápidamente dejo la habitación de la peliverde dando rumbo hacia su destino dejando pensando a la chica en sus asposentos.

-~Kero~- Realmente ni ella sabía en qué momento, pero realmente disfrutaba de la compañía con el pequeño infante, claro, no en la forma "amorosa" era mas como algo fraternal, más sin embargo parecía que ella ya tenía su mira fija en el adolescente peliverde. ¿En qué momento? Ni ella lo sabía, solo. . . Paso y ya.