Entre espíritus (SoraMafu) [REMAKE]

✽+†Epílogo†+✽

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Con muchas emociones encontradas, es que ambos se dieron un último beso en esa forma.

—Te a-

—Luego me lo dices

Expresó Soraru colocando su dedo índice en sus labios, y con eso ambos fueron y se dieron las buenas noches para que Mafumafu cerrara los ojos para siempre.

Unos minutos después los ojos de Mafumafu se abrieron nuevamente.

—¿Estas bien? ¿Puedes verme?

Mafumafu gruñía de la incomodidad pero en segundos se fue, pudiendo reaccionar al instante al verse las manos transparentes.

—Con que así se siente ser un espíritu— se asombró y vio como su cuerpo dormía plenamente —...Impresionante

—Por tus poderes es que no te perdiste y simplemente te hiciste un espíritu y no uno desamparado ...ya sabes, como me sucedió a mi— Soraru intentó tomar de su mano, pero como ahora los dos eran espíritus y sin él anillo puesto, no podían tocarse —El viaje será largo...

—Ah, espera un momento— Con algo de dificultad se puso frente a Soraru y puso sus dos manos por encima de su pecho, haciendo ver una especie de luz roja y poco a poco, se podían ver menos trasparentes. Soraru se impresionó. —Hace unos días el médico habló al teléfono porque había averiguado algo que no había visto con mi abuelo, y es que mis poderes realmente vienen de mi espíritu y no de mi cuerpo

—¿Eh?— se cuestionó por lo que dijo, pero luego notó que ambos se podían tocar. —Entonces...

Con una sonrisa, es que tomó la mano de Soraru. —No hagamos más preguntas y vayamos de una vez

Era cierto, así que Soraru soltó una risa y ambos fueron tomados de la mano hacia la famosa rueda de la reencarnación.

Mafumafu miró la ciudad por última vez; sintió algo de nostalgia por todas las aventuras que vivió en aquella ciudad, aventuras que al principio eran pesadillas pero, gracias a que conoció grandes personas, es que pasaron a lindos sueños que pudo cumplir. Sonrió dulce y llegaron a la entrada.

—Si tuvieras la opción de elegir en qué reencarnar, ¿en qué sería?

—Mm.. ¿un gato?

—Nunca se te va a quitar tu fanatismo por los gatos— ambos rieron —Sabes, ¿por qué no en una niña?

—¿U-Una niña?

—Me refiero a que de esa forma puedes crear vida, ¿no?— Los ojos de Mafumafu se iluminaron rápidamente. —...Aunque si no quieres, yo podría tomar ese papel

—¡No! ¡Quiero ser una niña!— Soraru se sorprendió por la respuesta afirmativa, pero rio tras verlo tan emocionado con la idea de crear el mismo a un ser humano en su otra vida. —...Aunque realmente no sabemos las reglas de la reencarnación...

—¿No había una canción que explicaba eso?— ambos rieron por el "chiste" y Soraru tomó sus dos manos —¿Listo?

—Listo— tomó firme sus manos —Porque se que te veré de nuevo; sé que nos volveremos a juntar y a enamorar ...Porque confío en el destino— Soraru también estaba muy seguro de eso. —De alguna manera estoy emocionado a que pase— soltó una risa

—También confió en eso... En que el destino será el encargado de llevarnos y permitir estar juntos una vez más

—Te amo, Soraru-san ...Fuiste y siempre serás lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, así que, te estaré buscando para poder sentir de nuevo estos sentimientos

—Mafumafu...— lo miro de esa manera hermosa —Ni creas que dejare de buscarte para volver a sentir todo este amor que siento y siempre sentiré por ti ..Te amo, Mafumafu— Soraru jalo de sus manos para formar un abrazo. —Gracias...

Rodó una lágrima por su mejilla y con eso, Mafuamfu abrió los ojos por aquella palabra que, representaba demasiados recuerdos tras todo lo que vivieron en esa vida.

—..No, gracias a ti...

Cerró los ojos con un par de lágrimas.

Después de unos segundos, nuevamente se miraron y se dieron ahora si, un último beso en esas "vidas".

—Nos vemos, mi dulce niño

—Nos vemos ...mi hermoso espíritu

Con eso, ambos ingresan a la rueda sin dejar de mirarse con esa misma mirada que los cautivo desde el primer momento que sus ojos se juntaron hace años, y, sin dejar de tomarse de las manos, las mismas manos que dejan calidez al momento de tocarse.

Y así, es como todo se vuelve absolutamente blanco.

No importa como sea la forma o el tiempo, aunque el camino fuese largo; haya dificultades y tragedias a lo largo de su recorrido; sufran al tratar de recordar todo; personas que se interpondrán en su unión, entre mil y un cosas, el destino será el único quien los una nuevamente, porque ya estará establecido en sus meñiques ese hilo rojo.

Desde que ambos se encontraron con solo la mirada, es que se escribió su propia historia en esa vida.

Estuvieron y se fueron juntos hasta el final, hasta el último momento; siempre unidos, porque ese lazo que crearon incluso después de la muerte, nunca se rompió y en ninguna circunstancia se romperá, no importa cuantas veces ellos reencarnen.

Porque el destino así lo dicta.

Concluyendo así, este amor entre espíritus.

✽+†Fin†+✽

...

En el mundo, hay muchas cualidades sobresalientes entre los seres humanos aunque, también en los animales pero en los humanos se centran más en sus cinco sentidos.

Hay personas que tienen el olfato muy fino, el oído muy agudo, el paladar muy sensible y el tacto delicado

Y también la vista que ven el más allá.

Siendo capaz de ver las cosas de otros mundo, o como se mencionó anteriormente, "las cosas del más allá".

Entre las mas comunes, son los llamados "espíritus": almas que acaban de fallecer que, tienen una oportunidad mas de vida si es que entran a la rueda de la reencarnación.

Y tú, que me estás escuchando...

Tú también puedes reencarnar.

...