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Ayato y Thoma terminaron de desayunar, no pasó nada fuera de lo común, hablaron sobre lo que habían hecho el día anterior, entre chistes y risas. Pero esa "pequeña" inquietud seguía ahí, el de ojos lilas quería hablarlo antes de que se volviera aún más grande y tuviera más dudas, aunque ya habían quedado relativamente claros los sentimientos de ambos, sumándole que se habían vuelto a besar completamente sobrios hace unos minutos. Aún así, no encontraba como sacar el tema sin que se sintiera forzado e incómodo. Después de pensar un rato encontró una manera en la que podían aclarar todo.

-Thoma-

-?-

-Mañana trabajas no?-

-Claro, por qué?-

-A qué hora terminas?-

-Creo que a las 8, por?

-Mañana iré a recogerte-

-Eh?-

-Hay que ir a una cita-

Antes de que el rubio pudiera decir algo, el contrario ya se había ido, se veía bastante emocionado, así que Thoma prefirió no decirle nada y seguir con lo suyo.

Ayato planeaba aclarar todo en esa cita, y deseaba que Thoma por fin lo aceptara, ya sabía que sus sentimientos eran mutuos, solo faltaba que el de ojos verdes se deje querer. Pero no tenía tiempo para pensar en eso, tenía muchas cosas que preparar para mañana.

...

Al día siguiente, Ayato se levantó temprano y se preparó con entusiasmo para su cita con Thoma. Mientras se dirigía al trabajo, su mente se llenaba de pensamientos sobre cómo abordarían la conversación pendiente. Sabía que tenía que ser sincero y directo, pero también quería asegurarse de no presionar a Thoma.

Finalmente, llegó la hora de recoger a Thoma. Ayato esperaba afuera de su lugar de trabajo con una sonrisa nerviosa. Cuando vio a Thoma salir, su corazón dio un vuelco. Thoma se acercó con una expresión de curiosidad y sorpresa.

- ¿A dónde vamos? - preguntó Thoma, con una mezcla de intriga y cautela.

- Es una sorpresa - respondió Ayato con una sonrisa misteriosa.

Juntos, entraron a un lujoso restaurante de la ciudad, disfrutando del atardecer que tanto les gustaba a ambos,. Ayato podía sentir la tensión en el aire mientras buscaba el momento adecuado para abordar el tema.

-Por que tanto misterio?- preguntó un poco incómodo Thoma, notaba que Ayato estaba nervioso, que había algo que quería pero no estaba seguro con decir, además el lugar que habia elegido era un clásico del de cabello lila, y Thoma sinceramente no se siente cómodo en lugares así, ya que siempre ha pensado que son lugares vacíos, fríos y tristes, por más elegantes que se vean.

-Estaba muy seguro de mis acciones hace unos momentos, pero ya que estoy frente a ti estoy sudando frío y temblando del miedo, jaja, es bastante vergonzoso-

-Seguro es el lugar-

-Qué?-

-Si, es demasiado agobiante este restaurante, con todo respeto-

-Entonces no te gusto?- Dijo algo triste Ayato

-Tu sabes que opino de los lugares tan lujosos-

-Qué son tan bonitos como tristes.-

-Qué son tan lindos como tristes.-

Dijeron ambos al mismo tiempo

-JAJA, tienes razón, a dónde te gustaría ir?-

ThomaxAyatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora