Resumen: Amaterasu estaba encantado. Para el, Muzan no era un demonio malo. Muzan era el amor de su vida. Hasta que el dolor le abrio los ojos y tuvo que pagar el precio.
Hace miles de años atras, las tres razas estaban en guerra. Los dioses estaban solos. Pero por el otro lado, los demonios y los humanos estaban unidos.
Aunque al principio no fue asi.
Los demonios cazaban a los humanos como su comida, por lo que esto creo conflictos entre las dos razas. Es asi como nacen los Cazadores de Demonios y se forma una especie de balance.
Entonces, los dioses decidieron que aquellas razas tan primitivas no podia gobernarse por si solas. Eran incivilizados. Eran barbaricos. Simplemente no se podian gobernar. Entonces, bajo el comando de Tsukuyomi, hermano del Rey de los Cielos, Amaterasu, los dioses bajaron y le dijeron que ellos ahora iban a gobernar.
Se creyo que, al menos, los humanos se dejarian gobernar.
Pero eso no ocurrio.
Los humanos pensaban que ellos no tenian porque intervenir. Este era el problema de ellos y asi mismo, no estaban dispuestos a ser gobernados por ellos.
Pero, ¿quienes eran ellos ante la fuerza de los dioses?
Los humanos y los demonios cayeron ante el dominio de los dioses.
Incluso el Padre de Demonios, Muzan Kibutsuji, no pudo hacer nada.
Como era de esperarse, Amaterasu fue proclamado como el lider, aun cuando este no habia luchado y simplemente se quedo en los cielos, incapaz de ir encontra las dos razas.
Tsukuyomi no estaba feliz.
¡El los lidero en la guerra!
¿Entonces porque Amaterasu era coronado como el lider?
¿Por que él era mas poderoso?
No.
Tsukuyomi no iba a aceptar eso.
Y el destino parecia haber escuchado sus plegarias.