El arte es para consolar a los que están quebrantados por la vida.
-Vincent Van Gogh.Tomo con mi pincel un poco de pintura color beige y realizo un trazo en el lienzo, comenzando a rellenar lo qué será una persona.
Nunca me cansaré de expresar cuán terapéutico puede ser pintar.
Al menos es terapéutico para mí.
Supongo qué todos tenemos una forma de escapar de la absurda e innecesaria realidad.
Algunos escapan leyendo, otros escapan haciendo música, algunos bailando... y yo sólo pinto.
Continuo pintando, perdiéndome en aquel dibujo qué no hace más qué representar el cómo me siento en ocasiones.
No hace más qué representar mi día a día.
El dibujo trata sobre una chica qué se encuentra de pie mirando al piso de brazos cruzados inseguramente y con muchos espirales sobre sí misma. Luego a su alrededor hay personas señalándola y opinando sobre ella.
Me falta colocarle color a las personas y escribir ciertos comentarios, para qué el dibujo quedé perfecto.
Este dibujo me describe totalmente.
Sí, así es mi día a día.
La diferencia es que por fuera me muestro muy distinta.
Sí la chica del dibujo se muestra insegura, yo disfrazo esa inseguridad convirtiéndola en burla y atacando a la otra persona con algo peor.
Sólo para disimular qué, por dentro, en realidad me siento así.
Sola, insegura y sin nadie en quién confiar.
Me da risa lo patético que suena y suelto una carcajada sarcástica que resuena en el estudio. En mi estudio de arte.
Me lo obsequió mi papá justo antes de marcharse de casa. Hace dos años. Fue el día más feliz de mi vida antes de qué llegara el peor.
El día qué me comenzó a convertir en lo qué soy hoy.
Trato de no pensar en eso y continuo pintando.
Ya el dibujo lleva más forma y estoy a punto de colocarle los comentarios cuándo tocan a la puerta.
—Pase. —Digo en voz alta estando totalmente segura de qué es mi hermano mayor.
Abre la puerta y asoma la mitad de su cuerpo en la habitación. Sabe muy bien qué no me gusta que entren a mi estudio.
—Ya está lista la cena, mocosa. —dice en un tono medianamente despectivo, no es el más cariñoso del mundo, estoy acostumbrada y lo entiendo, supongo.
Siempre entiendes a todos pero nadie te entiende a tí, qué patético.
—Bajo en unos minutos. —Le doy una mirada y continuo en lo mío.
Lo qué no esperaba era qué entrará al cuarto y qué furiosamente arrancará los pinceles de mis manos tirándolos al otro lado de la habitación.
—Estoy jodidamente cansado de esto, ¿Puedes parar? —Espeta con el ceño fruncido.
—¿Cansado de qué? ¿Qué carajos te pasa? —Frunzo el ceño de la misma manera viéndolo desde abajo, ya que, me encontraba sentada en el piso.
—De qué te pases todo el jodido día pintando y de qué cuándo salgas parezcas muerta en vida. —Alza una ceja—. Haz algo en está casa sí no piensas ponerte a estudiar algo aún.
Me pongo totalmente a la defensiva.
—¿Vienes a hablarme tú de hacer algo cuándo simplemente te limitas a cocinar y a pasar el día encerrado con esos videojuegos que simplemente no te ayudan en nada? —Me exalto poniéndome de pie—. No tienes moral. Al menos yo sí me acuerdo de qué tengo una mamá.
Alza la voz.
—Una mamá que te trata a las patadas, Briella. Abre los ojos de una buena vez y deja de ser tan estúpida.
Me quedo callada, observándolo fijamente con la respiración acelerada por el enfado.
—No nos tolera, no nos dirige la palabra, desde la ida de papá se limita a trabajar y darnos dinero. Y sabes qué es así. Está muerta en vida, Briella.
Trago grueso y bajo la mirada mientras parpadeó para ocultar mis lágrimas.
—Lo sé, pero sólo necesita ayuda. Se qué se siente mal y la entiendo, ella...—Me interrumpe.
—¿Sabes qué por culpa de él todo está mal, no? Por su culpa mamá está así, por su culpa nos cuesta vivir y por su culpa estamos discutiendo. —Se pasa una mano por el cabello castaño—. Todo está mal, Briella. Y es hora de qué te des cuenta de ello.
Comienzo a ruborizarme de la molestia viéndolo fijamente.
—¿Crees qué no me he dado cuenta de qué estamos en la mierda? Yo no soy la única qué debe hacer algo ni la única qué tiene el poder de tratar de mejorar las cosas—Frunzo aún más el ceño.
Alza las manos.
—Pues parece que no te has dado cuenta —Habla ignorando totalmente lo qué dije luego de eso. —Te la pasas todo el día encerrada en un estudio qué el te obsequió con sus patéticas pinturas inservibles. —Se acerca a mi dibujo y trato de detenerlo pero es demasiado tarde—. Esto, no te va a servir de nada, entiéndelo de una buena vez. —Dice antes de destruir mi pintura y abandonar mi habitación.
Veo los restos de mi pintura regados en el estudio mientras me quedo de pie analizando este desastre.
Camino hacía la puerta y la cierro con seguro antes de comenzar a sollozar fuertemente.
Mi vida es una mierda.
Me siento jodidamente sola, me siento devastada, me siento... me siento mal.
Pero nadie va a entender esto. No tengo un 911, ni algún sitio al qué ir cuándo necesité sentirme segura.
Mis amigos no entenderían lo qué siento. O al menos lo veo así.
Qué patético.
Me arrodillo comenzando a recoger los restos de mi dibujo con impotencia.
Y en mi cabeza sólo se repiten unas palabras con demasiada ironía:
Gracias papá, eres el mejor del mundo.
💌💌💌
Comenzó esto.
Espero les guste, no olviden votar, seguirme y compartir con sus amigos para más vistas.
💗
ESTÁS LEYENDO
Coloreando Mis Matices
RomanceLas pinturas tienen una vida propia que se deriva del alma del pintor. -Vincent Van Gogh💌. Portada: x_bluegirl💙 No copias, no adaptaciones.