"El no puede ver, y es probable que nunca lo vuelva hacer, un día despertó... Y se dió cuenta que ya no podía ver nada. Y ahora incluso si no ve puede sentir y saber dónde están las cosas, sus oídos ahora pueden escuchar los latidos, en su razonamie...
— ¿Por qué decidiste seguirme? – Le pregunté a mi hermano.–
— ¿Acaso no puedo ser un buen hermano llevandote al trabajo? – Mi hermano contesto algo molesto.–
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El es mi hermano, a diferencia de mí papá, mamá, hermana y yo, sus cabellos son de un color rosa tan leve que es casi imperceptible ante el ojo humano solo tiene mechas de color rojo, dice mamá que lo heredó del abuelo
A cierta edad perdió por completo la visión, decían que era por un glaucoma y empezó perdiendo gradualmente la visión, supimos muy tarde del problema y por eso está ciego
Después de un año se pudo acostumbrar a eso, aprendió a leer en Braille y así pudo volver a la escuela con libros especiales, el es fuerte, en mi caso me habría muerto de miedo, pero de alguna manera dice “ver los sonidos” por eso podemos confiar en dejarlo salir sin necesidad de acompañantes, nunca a chocado con las personas o tenido un accidente así que no nos preocupamos por esa parte
— ¿Estas dudando sobre dónde trabajo? – Siempre tiene intenciones ocultas, y está no es la excepción.–
Ah sí, y también es la única persona con la que hablo fluidamente, no me da miedo hablar con el, ya que no ve las expresiones que uso, incluso si sabe que estoy feliz o triste mínimo no me puede ver derrumbarme, aún que sabe que tengo miedo
— Solo decía... – Dijo sin hacer expresión alguna.–
Caminamos mucho y llegamos a nuestro objetivo, era el Starry
— ¿Acaso es el lugar en el que se escucha el eco de la música?
— Si es bajando estás escaleras – Tome su mano y lo guíe.–
— Sabes que yo puedo bajar sin problemas – Me dijo mientras forsejeaba con poca fuerza para evitar lastimarme.–
— Solo te cuido, todos lo hacemos – Llegamos hasta la puerta y la abrí.–
Bajamos por las últimas escaleras para ser interceptados por las chicas
— ¡¿Quién es él?! – Ambas hablaron al unisono cuando lo vieron.–
— Hitori... ¿Quienes son las que tienen voz de extrovertidas molestas? – Preguntaba.–
— Pues si las acabas de ver... – Me di cuenta de lo que dije y estampe mi mano contra mi frente.– Cie-Cierto, tu eres ciego.
— Nee~ Hitori... – Puso un rostro enojado.– Sabes que no me gusta hablar de eso.
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