★彡[ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛ]彡★

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Era difícil de explicar, pero Jisung realmente odiaba demasiado viajar en transporte público. El echo de estar encerrado junto a un montón de personas desconocidas lo abrumaba.
Y no está más de decir que nunca faltaba el bebé que lloraba  durante todo el viaje, o algún joven que recién salía de entrenar, y usaba el tren para volver a su casa, así, apestando con olor a sudor todo el ambiente. Había un montón de cosas más de las cuales Jisung podría quejarse respectos este tipo de transporte, pero si las tuviera que nombrar todas, estaba seguro de que no terminaría nunca.

Sin embargó, ahí estaba, con su pasaje en la mano, esperando que el bendito tren llegará. Y ustedes se preguntarán ¿Cúal es la razón por la cual aquel chico está por subir a aquel transporte que tanto odia? Pues verán, les voy a resumir un poquito de la vida de Jisung.

Jisung es un joven de apenas 21 años, es universitario en Seul, Corea. El vive en un pequeño departamento alejado de su institución, pero el siempre iba a venía en Taxi o Uber. Ese transporte que el frecuentaba no era para nada económico (Claro, si lo usaba 2 o más veces por día como lo hacía Jisung) pero a él no le importaba, de echo no le importaba nada con tal de no viajar en transporte público. Sus compañeros se le burlaban en broma con respecto a eso, ya que le decían delicado, y que era un desperdicio de dinero. Pero a él no le importaba en lo más mínimo, ya que el conseguía ese dinero trabajando por la noches, en un bar cerca de su departamento. Un 13% de su sueldo se le iba en transporte, que, aún que no parezca, eso era muchísimo. Pero lamentablemente hace unos días lo habían echado de su trabajo, no fue un gran problema, ya que consiguió otra rápidamente. La cosa es que en su nuevo trabajo le pagan mucho menos que cuando trabaja en el bar. Por lo cual, ya no se podía dar el lujo de siempre viajar en taxi.

Así es como llegamos a este momento, por tercera vez en los últimos 5 años Jisung se iba a subir ese desagradable tren.

Suspiro pesadamente cuado las puerta frente a el se abrieron a la par, para luego adentrarse y mirar por todos lados para encontrar algún lugar donde sentarse. Rápidamente encontró varios asientos, eligió el que se encontraba más cerca de la puerta, así cuando apenas llegara a su destino, podría salir de aquel lugar rápidamente. Ups! mala elección.

Cada que cualquier persona entraba o salía del vagón, chocaba con el. Era verdaderamente irritante. Ese día no estaba de humor como para soportar que lo sigan empujando hasta llegar hasta su casa. Con un gran suspiro se levantó de su asiento y fue en busca de otro, sin embargo no había desocupados del todo, si se sentaba, iba a tener que compartir asiento, y esa idea no le agradaba para nada, pero, quedarse parado durante un hora tampoco era una opción. Rendido empezó a mirar los pocos asientos libres, viendo cuál sería la mejor opción. Casi todos eran señores grandes, o madres con sus hijos. Se decidió por sentarse al lado de una señora no tan grande con cara de amargada. a
Cuando se estaba por acercar, vio que justo a unos metros más había otro asiento donde había un lindo chico, inmediatamente fue hacia allí, y sin pensarlo dos veces se sentó al lado de aquel joven el cual solo lo miro con indiferencia y al instante volvió su vista a su celular.

Prefería  mil veces sentarse con alguien de su edad que sentarse al lado que una vieja, ya tranquilo, decidió ponerse uno de sus auriculares inalámbricos y ponerse algo de música tranquila, así por lo menos el viaje no se le aria tan largo.

Ya no sabía cuánto tiempo había pasado, lo que si sabía es que aún faltaba bastante para llegar a su querido departamento. También sabía en el chico lindo a su lado en cualquier momento se caería de su asiento, ya que este se encontraba medio dormido y cabeceaba cada que se "dormía" estaba seguro que en cualquier momento se caería boca abajo, sería una lastima, pero no podía hacer nada.

De un momento a otro el tren freno de repente, fue tan abrupto que rebote levemente en el asiento, el chico a mi lado hubiera caído fríamente al suelo si no fuera por mi brazo que se poso en su pecho, evitando su dolorosa caída. Sin embargo, el chico estaba demasiado dormido como para despertarse con el abrupto freno.

Unos miembros después, cuando el tren ya empezó a andar con normalidad intenté quitar mi brazo de su pecho, por qué después de todo, solo fue un reflejo del momento, no tenía razón alguna para dejar mi brazo allí. Sin embargo, el dormido chico tenía sujeto mi brazo con los suyos, como si estuviera abrazando un peluche. Era realmente cálido su pequeño abrazo, pero considerando que era un desconocido era bastante incómodo. Cerré los ojos con fuerza y con mucha vergüenza saque mi brazo de un tirón, escuche un gruñido cerca de mi oído, aún no abría lo ojos.

Pero cuando los abrí me sentí aliviado al ver que aquel chico no había despierto. Seguía dormido, pero ahora había otro problema, el chico seguida dormido, si, pero ¡encima de mi hombro! Estaba realmente avergonzado, y seguramente ahora mismo este como un tomate.

Trate de calmarme, respire profundamente varias veces hasta que lo logré. Mire de reojo, sin mover mucho mi cabeza aquel chico, tenía sus fracciones muy definidas, y creo que ya lo he mencionado antes, pero era realmente lindo. Suspire pesadamente y  volví a colocarme mi auricular con la intención de seguir con el viaje tranquilo, con ahora un lindo chico sobre mi hombro.

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Faltaban unos 5 minutos para que yo tuviera que bajarme de aquel tren, y era el momento de despertar a aquel chico, que al contrario de como pensaba yo, no fue nada incómodo viajar con el sobre mi hombro, de echo, fue bastante agradable, además su calor corporal me mantenía caliente, algo que agradecía en estás épocas del año.

Suspire y pique suavemente el hombro del chico.

_Hey, despierte – susurré despacio, no era necesario hablar fuerte, ya que literalmente tenía su cabeza al lado de la mía, el se removió quedando más pegado a mi –– despierta – volví a hablar, está vez, logrando obtener mi objetivo, el chico abrió muy despacio sus ojos, apenas enfoco todo, sus ojos y los míos chocaron, parecía desorientado, sin embargo no despegó la vista, hasta que rápidamente se enderezó en su lugar, con un leve color rosado en sus mejillas.

_Disculpa por dormirme en tu hombro, nunca me pasó esto antes, por favor perdóname – dijo mientras hacía una muy leve reverencia con su cabeza, todo esto sin despegar nuestras miradas.

Una leve sonrisa apareció en mi rostro, sonrisa que fue devuelta muy rápidamente.

_No pasa nada, sinceramente no fue desagradable – volví a sonreír mientras me levantaba de mi asiento – fue un placer...

_Minho, ese es mi nombre – dijo elevando sus labios en una media sonrisa

_Fue un placer Minho, pero yo ya tengo que bajar.

Las puertas se abrieron ante mis ojos estaba por dar el primer paso hacia fuera, pero alguien me detuvo sosteniendo me del brazo.

_Cual es tu nombre ? – pregunto rápidamente el pelinegro, le sonreí sin poder evitarlo

_Jisung

_Te invito a salir conmigo Jisung ¿ que dices ? – dijo mirándome fijamente a los ojos, yo sonreí como por novena vez en el viaje.

_Si quiero salir contigo, Minho.

Después de todo, viajar en transporte público no era tan malo como Jisung pensaba, luego de aquella propuesta, se pasaron sus número y cada uno fue a su casa. A los días siguientes, salieron, y como esa salida, hubieron muchísimas salidas más. Pues, después de todo, Minho y Jisung se hicieron novios.

¿Quién lo creería ? ¿No?

¿Quién le creería a Jisung que encontró al amor de su vida en un simple tren de regreso a su casa ?

¿Quién le creería a Jisung que se enamoró del chico del tren?
















No se que acabo de escribir pero espero que haya sido de su agrado 💗

El chico del 𝖙𝖗𝖊𝖓  -- minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora