𖧧 ⁞ Epílogo ༅

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3 años después:

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3 años después:

Los últimos minutos son los más estresantes para Nayeon, quien se encuentra sentada en las pequeñas gradas junto a Momo y Jeongyeon. Los nervios le hacen morderse las uñas y no quiere imaginarse ni por un segundo como tiene que estar Jeongyeon.

Jeongyeon, que se encuentra sentada en el banquillo, parece estar mil veces peor que ella. Durante el partido, la rubia no puede parar quieta, se mueve de un lado a otro, grita de vez en cuando cosas a los chicos, instrucciones y suelta pequeños insultos cuando alguien del equipo contrario comete una falta. Pero en los últimos minutos, siempre estaba callada y quieta, como si guardase el aire hasta el último momento.

Y por seguido, no quiere imaginarse a su pequeña hija de diez años, atenta a la pelota que se mueve con rapidez de un lado a otro del campo. En la portería, Yuna parecía demasiado concentrada como para parecer nerviosa.

Nayeon tenía una especie de amor-odio con esos momentos de los partidos. Odiaba los nervios a flor de piel, la manera en la que cuando el marcador dictaba los últimos minutos se comenzaba a sentir un tanto mareada, la forma en la que a veces, se mordía el labio inferior hasta hacerlo sangrar.

Pero a la vez, amaba todo lo que aquello traía, amaba tener a Momo y Jeongyeon siempre a su lado, tomadas de las manos casi tan nerviosas como ella, amaba la emoción y la adrenalina cuando el tiempo terminaba y el equipo de Yuna resultaba ganador, amaba abrazar a su hija con emoción y besar a Jeongyeon con entusiasmo

Así que cuando el tiempo terminan y el marcador se encuentra 5-3, Nayeon y Momo saltan de sus asientos para gritar, repletas de emoción.

Y entonces, su parte favorita de todos los partidos. Yuna salé disparada hasta donde Jeongyeon se encuentra, lanzándose a sus brazos para abrazarla con fuerza. El resto del equipo la imitan, corriendo hasta su entrenadora para celebrar que lo habían logrado, habían ganado.

Y es algo tan simple como eso, pero era la parte favorita de Nayeon. Su corazón se llenaba de cariño y orgullo, y una sonrisa siempre se dibujaba en su rostro mientras las miraba. Queriendo guardar aquella imagen para siempre.

— ¡Hemos ganado!— Yuna exclama con emoción cuando Nayeon llega hasta ellos, lanzándose a sus brazos para abrazarla con fuerza.

— Han ganado, amor — Nayeon asiente con la mayor sonrisa en sus labios.

Yuna se separa para mirar a su madre y a sus tías

— ¿Has visto como he parado ese gol casi al final? ¡A sido alucinante!— La pequeña salta de la emoción y Nayeon solo puede soltar una pequeña risa.

— Si que lo ha sido preciosa, lo has hecho genial.

Yuna sonríe antes de abrazar a Momo.

— ¿Que te ha parecido?— Le pregunta con ojos brillantes de emoción.

𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮 𝗝𝗲𝗼𝗻𝗴 ✧ 𝟐𝐲𝐞𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora