Una latina en China Continental

Mi primer día en una cafetería universitaria.

Por muy tonto que parezca mi primer choque cultural y el primer momento en que sentí el verdadero terror se dio en la cafetería de la universidad.

Y no, no conocí al chico popular y quedé sin dignidad frente a él donde se quedaría cautivado por la nueva, iniciando así nuestra historia de amor más cliché y común del mundo asiático.
No señoras y señores.

Esto es la realidad con humor.

Despierten, algo tan bueno como eso no pasa en China, solo en sus dramas.

Bueno ya muchas largas vamos al chisme:
Tenia solo doce horas de haber pisado tierra china por primera vez en mi vida y era mi primer día de clases después de un periodo de cuatro meses en clases en línea, mi chino en ese entonces debía sonar como un insulto cada vez que intentaba pronunciarlo, pobrecitas mis maestras, F por mis maestras.

Había concluido mis clases de la mañana y me dirigí con mi compatriota que me explicaba como funciona la universidad en China y lo que necesitaba. Nos dirigimos a la cafetería en su segundo piso y esta prójima siempre había deseado comer los famosos jiaozi chinos, ese era el primer platillo que había escogido probar de China.

Como toda niña educa me acerco y pido mis benditos jiaozi a la señora del mostrador y fue cuando empezó todo.

Fue tan incómodo.

Mientras yo le señalaba en el menú lo que quería comer ella me miraba tan intensamente que me puso nerviosa, entiéndanme por favor, vine a un país donde no domino su idioma.

Ella tomo mi orden y pague la cantidad correspondiente.

Teníamos que esperar unos minutos para que nos sirvieran nuestra comida y en todo ese tiempo infernal ella no dejaba de verme intensamente. Que extraño pensé pero me convencí a mi misma que solo era mi imaginación así que trate de restarle importancia.

Una vez nuestro pedido estuvo listo ella le dio su comida a mi acompañante y seguidamente tomo mis jiaozi y me los dio, los tome y al tratar de llevarme el plato ella no lo soltaba.

En ese momento una sonrisa nerviosa cruzo por mis labios, ella empezó a preguntarme muchas cosas con su chino nativo tan fluido mientras que yo solo pude entender y contestar la mitad de todas sus interrogativas con mi pobre chino de segundo nivel.

En ese momento mi acompañante vio que la señora no estaba dispuesta a terminar la platica asi entro en mi rescate y me saco de ahí.

Cuando ya estábamos en la nuestra mesa me atrevi a preguntar:

¿Qué fue todo eso?

Mi acompañante se limito a aclarar que es lo que los chinos hacen con frecuencia cuando un extranjero les parece interesante.

¿Ok?

Eso se sintió como acoso pero solo seria la primera vez que sucedía después de eso descubrí que había muchas otras formas de acongojar extranjeros.

Para toque de gracias lleguo a mi aula de clases le cuento mi reciente experiencia a mi maestra y ella solo me sonrió y me vio con cara de "si supieras lo que te falta pequeña criatura"

Ese fui mi inolvidable primer día en china, claramente habrá otros más bizarros que otros.

Gracias por leer.
Besos
再见👋🏻