Largas hebras rubias se movían al compás de sus movimientos, caderas sueltas y brazos extendidos, no importaba nada, sólo aquel momento. Su cuerpo se mecía enérgicamente, siguiendo el ritmo de una de sus canciones favoritas del momento.
Cabellos largos color oro, orbes verde oliva, miles de estrellas formando galaxias en su rostro. Un cuerpo de infarto, caderas amplias y una cintura estrecha. Ricky era la perfecta definición de etéreo.
Perfecto, perfecto, eres demasiado
bueno para ser verdadOjos negros mirándolo a la distancia, una risa irónica salió de sus afelpados labios. No había cambiado ni una pisca. Sólo fue al baño por menos de cinco minutos y ahora tenía a todos babeándole encima mientras bailaba. Gyuvin se dedicó a observarlo y a observar los movimientos de las demás personas a su alrededor.
Gyuvin lo sabía, sabía que Ricky era alguien que atraía atención fácilmente. ¿Y cómo no? Alguien tan hermoso como él era un placer de ver.
Pero a veces me canso de correr solo
A la mierda, correré contigoCon una sonrisa ladina se acercó a Ricky, posicionando sus manos en las caderas del más bajo, atrayéndolo a su cuerpo. Pudo ver como muchas de las personas que lo miraban estaban aparentemente desilusionadas, debían saberlo, Ricky no estaba soltero. Pero no necesitaba estar soltero para causarte alborotos en el pantalón.
El pecoso se soltó de él y tomó su mano, sonriendo. Ambos bailaron entre risas. Ricky era su felicidad. Aquel top blanco junto con aquella corta falda negra, sentía que moriría en cualquier momento. Ricky dio una vuelta y pudo ver más de lo que debería. Un beso candente los unió, sus lenguas bailaron un lento vals por minutos que se sintieron horas, pero la necesidad de aire a veces llegaba en los momentos más inoportunos.
- ¿Vamos?-preguntó Gyuvin observando a su sol.
- ¿A dónde...?-respondió Ricky con malicia, una sonrisa bastó para que Gyuvin entendiera sus intenciones.
-A mi casa, bebé. -susurró en su oído. Juraría que se derritió al escuchar como la suave voz de chan se hacía ronca, de tan solo pensarlo se le hacía agua la boca.
-No esperemos más, andando. -dijo Ricky, tomándolo de la mano para dirigirse a la entrada. Ambos salieron de aquel bar, respirando aire fresco por primera vez en, al menos, tres horas. Entre besos traviesos llegaron al auto del mayor, ninguno había tomado, querían grabarse esta noche en la memoria.
Y luego de hacer el amor un lunes
Nunca voy a necesitar a alguien másGyuvin sacó sus llaves de su bolsillo y abrió la puerta, adentrándose al departamento luego de que el pecoso lo hiciera. Besos fogosos, caricias que quemaban la piel y aquel deseo impregnado en sus ojos. La ropa se volvió un estorbo cuando llegaron al pasillo, y a tropezones llegaron a la cama. Cada extremo, cada rincón, cada esquina, ya habían sido explorados infinitas veces por el mayor. Desde aquella primera vez hace tres años hasta ahora, cada bache de piel blanquecina, por más descubierto, tocado y besado que esté, siempre será un nuevo planeta que estudiar.
Con cada piquito, cada beso, cada caricia, ambos se enamoraban cada vez más, si es que eso era posible. Sus corazones fusionados en uno, sus cuerpos derritiéndose juntos.
Cuando los dedos de Gyuvin se abrieron paso en sus interiores, Ricky no hizo más que gemir, soltando aquellos gloriosos sonidos que llevaba días sin quitar de lo más profundo de su ser. El cuerpo perfecto del menor retorciéndose debajo de Gyuvin, una sonrisa se dibujó en su rostro, otro beso.
Esto no es algo que suela hacer
Pero por ti, creo que quiero hacerlo
Porque estás dispuesto a hacerlo, y yo también
sí, estoy dispuesto a cambiar de posiciones contigoY en aquel beso, encendido en pasión y desbordante de cariño, Ricky decidió tomar las riendas de la noche. Tomó por los hombros a su novio y lo dio vuelta, de alguna manera. Los ojos negros de Gyuvin lo miraron expectantes, llenos de amor y, sobre todo, transmitiendo confianza. Él confiaba en Ricky.
El pecoso se levantó para acercarse al cajón, sacando un condón de allí. Mientras se acercaba decidió regalarle un pequeño baile a su pareja, su sonrisa manteniéndose intacta. Abrió cuidadosamente el paquete metálico con sus dedos, colocando el preservativo en el miembro de Gyuvin.
Y cuando Gyuvin se adentró tan profundo, sintió que podía tocar las nubes y hacer una fiesta de té con las estrellas. Mientras tanto, aquí abajo en la tierra, se encontraba Gyuvin, que sentía que se ponía cada vez más duro gracias a la vista que tenía.
Ni siquiera un millón de galaxias se asemejaban a la belleza de Ricky. Sus cabellos mojados en sudor, pegados en su frente y sienes. Sus ojos verde oliva, perdidos entre tanto placer pero a la vez mirándolo con tanto amor. Aquella sonrisa que tanto amaba, que deseaba que nunca jamás se borre. Y, sobre todo, aquellas galaxias, las galaxias más hermosas del universo se encontraban todas juntas en el rostro de aquel chico.
El acantilado de su cintura, desembocando en los mares de sus caderas. Quería perderse en los arrecifes de su vientre y explorar las profundidades de su cuerpo. Quería bucear por su piel y descubrir toda cantidad de criaturas nuevas.
Cuando Gyuvin tocó su punto, aquel punto que lo hacía delirar, no lo soportó más, y terminó por venirse en el vientre ajeno. Gyuvin también llegó al clímax, llenando el condón con su semilla. Aquella noche fue tan especial, aunque ya hayan vivido cientos de noches parecidas, el sentimiento que cargaba esta la hacía especial.
Ricky se encargó de tirar el condón a la basura, mientras que Gyuvin acomodaba las sábanas, que quedaron hechas un desastre después de haber hecho el amor. Gyuvin se metió entre las mantas, dejando un lado libre para que su novio entrara, y así lo hizo. Ricky se acurrucó en su pecho, apegándose a su calor corporal.
Los fuertes brazos de Gyuvin lo envolvieron, haciéndolo sentir seguro, cálido. Compartieron un vago beso en los labios antes de caer dormidos. Aquella noche fue, en efecto, inolvidable. Porque ni la galaxia entera ni las auroras boreales se asemejan a la belleza única de Ricky.
Creditos a: KINGHW4NG ♡ thnk u
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ャ🫧 Bombón asesino ˖ ݁ ll Shimkongz
FanfictionUn sensual chico de falda amarilla logra cautivar los fogosos ojos de Gyuvin. Se agita y baila, su falda se levanta al compás de sus caderas. 💬𝖠𝖽𝖺𝗉𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈𝗇;; historia original de @KINGHW4NG 21/08/2023