Hace ya unos días, ese misterioso chico había hecho presencia en su vida. Era un poco más bajo que él, pero sus profundos y enigmáticos ojos castaños oscuros lo mantenían hipnotizado. Era un tono que a menudo parecía casi negro, dandole un aire mist...
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Cha Hyun-soo cruzó el vagón con la cabeza gacha. Él no se consideraba a sí mismo como alguien guapo, ni siquera un poco listo, pero cada día intentaba mejorarse, y todo era por aquel chico que se sentaba frente a él en el vagón. Ese jueves, había decidido usar la camiseta más bonita que tenía en su armario para así intentar llamar la atención de aquel chico. Pero Hyun-soo no era alguien especial, ni interesante, por lo que no podía reunir el valor de cruzar el vagón y preguntarle: "¿Quién eres?".
Hace ya unos días, ese misterioso chico había hecho presencia en su vida. Era un poco más bajo que él, pero sus profundos y enigmáticos ojos castaños oscuros lo mantenían hipnotizado. Era un tono que a menudo parecía casi negro, dandole un aire misterioso, agregando sus cabellos de casi la misma tonalidad, y esos redondos anteojos que cubrían sus bellos ojos.
De repente, el chico parece voltear hacia su dirección. Sus ojos y los de Hyun-soo se encuentran, el chico deja escapar un suspiro. ¿Se habrá dado cuenta del tiempo que Hyun-soo llevaba mirándolo?... ¿lo estaría tomando por loco?...
Hyun-soo cierra los ojos, pero antes de hacerlo, pude ver que el chico aparta la mirada. Sus adentros se contraen, haciéndose pequeñito en su asiento. Apenas respira, era ese sentimiento de nuevo, como miles de fuegos artificiales explotando en su interior.
...
Así pasan los días, de lunes a viernes. Van de estación en estación, enfrente el uno con el otro, en donde va y viene el silencio.
Hyun-soo ya se sabía de memoria la estación en que aquel chico bajaba, al igual que cree haber escuchado su nombre, ya que una chica parecida a él, debía ser su hermana, lo acompañó hace unos días y lo dijo.
De pronto, el chico mira a Hyun-soo, él le regresa la mirada y suspira. Todo se repite una vez más, Eun-hyuk aparta la mirada y Hyun-soo empieza a temblar. Entonces ocurre, despiertan sus labios, y Hyun-soo se permite decir algo en un débil tartamudeo:
--E-eun... Eun-hyuk.
En cuando Eun-hyuk posa su mirada en Hyun-soo, el último se arrepiente. Seguro que piensa: "Qué chico más tonto". Hyun-soo se quería morir. ¿Por qué dijo eso?... ¿Será que sus miradas se han cruzado ya tantas veces que ya era momento de compartir alguna palabra?...
El tiempo se para, y Eun-hyuk se hacerca diciendo:
--Yo aún no te conozco y ya te echaba de menos. Cada mañana rechazo el directo y elijo este tren."
Ya estaban llegando a la próxima estación. La vida de Hyun-soo había cambiado, un día especial este 11 de marzo. Eun-hyuk le toma la mano y llegan a un túnel que paga la luz.
Un horrible estruendo azotó el vagón y nubló la vista de Hyun-soo. Su cuerpo dolía, ardía como si le colocaran un metal ardiendo. Una sensación que nunca antes había experimentado.
Encuentra la cara de Eun-hyuk gracias a sus manos. La piel de él sería suave de no ser por aquel espeso liquido que corría por sus mejillas.
Había soñado tanto con este momento, sostener el dulce rostro de Eun-hyuk entre sus manos, pero las multiples heridas, y el peso en su pierna, amenazaban con arruinar tan bello momento. Hyun-soo tomó valentía y lo besó en los labios.
En el instante en que sus labios se tocaron, un torrente de emociones inundó el espacio, trayendo consigo esas constantes miradas, y esos anhelos de amor que ambos tenían guardados. Pero era extraño, Hyun-soo pensaba que los labios de Eun-hyuk tendrían un sabor diferente, pero lo único que percibía era ese sabor metálico, ese sabor a sangre.
--Te quiero-- salió débilmente de los labios de Eun-hyuk.
Hyun-soo no supo qué más darle a aquel chico... más que el último soplo de su corazón.
