En la Tormenta (En Proceso)

capítulo 02

Llevamos caminando horas en la maldita nieve y no encontramos rastro de nadie, hemos decidido separarnos en dos grupos Chase, Jason y Víctor juntos, y el otro grupo está conformado por Lina y por mi.
–No puedo ver nada con toda está nieve– dijo Lina mi compañera–¿Cómo logras ver tu con esta nieve?, y lo más importante ¿Cómo demonios se supone que vas a rastrear los cuerpos?

No paraba de hacerme preguntas, es que no se puede callar, así uno no se puede concentrar.

–Es que no me piensas contestar– deje de prestarle atención para solo fijarme en la nieve y así siguió un buen rato en todo el camino– Oye llevo hablando media hora y no me estás escuchando, qué educación te dieron tus padres.

Ya no podía más.

Mi paciencia había llegado a su límite.

En el primer descuido del escuadrón voy a meterle la cabeza en la nieve para que cierre su bendita boca.

–Callese, que no me puedo concentrar si sigues hablando– la fulmine con la mirada.

–Así que no eres muda, por cierto mi nombre es Lina.

–Ya lo sé, no tienes por qué decírmelo– no quiero ser una maleducada, pero ya no la soporto–Mi nombre es Delaya, ya ¿feliz?

–Lindo nombre por cier...– de la nada se callo y no entendía porque– ¿es-eso es un cuerpo?– apuntó una dirección no muy lejos de nosotras– se está moviendo.

Entonces lo ví.

Era un cuerpo, pero no cualquier cuerpo, era un guardia o lo que quedaba de él.

Ahora solo era un infectado.

Se hallaba sobre otro cuerpo devorando lo que quedaba de él, era una escena asquerosa, creí sudar frío.

–Escúchame bien Lina, vas a ir con los demás y les avisarás que encontramos a uno de los guardias– le susurré para no llamar la atención del infectado– yo lo distraigo para que puedas escapar y tener tiempo,¿me escuchaste?

–No te puedo dejar sola, y-yo no puedo, tengo miedo– estaba a punto de llorar y no sabría cómo consolarla.

-–Si puedes, solo respira, no va a pasar nada Lina– le dije para ir hacia el infectado– Corre!!– grité tan fuerte para llamar su atención del guardia y viniera hacía mí.

La ví correr con su bengala con lágrimas en los ojos, ahí supe que estaría bien.

Pero no contaba con que habría dos infectados, no uno si no dos y lo que devoraban era al parecer un rain o lo que se distinguía de él.

Uno de los infectados se dirigía hacía mí y mi bengala, yo estaba lista para atacar al igual que mi cometa.

Preparé mi arco y flecha dirigiendolo hacía su corazón.

Apunte y justo en el blanco, falta uno.

Pero el otro no se movió, se quedó ahí viéndome, eso fue de lo más extraño.

Cometa se encontraba alterado, como si algo no estuviera bien, y entendí el porqué, había un bengala a unos cuantos metros de nosotros, pero estaba infectado.

Creí que era mi imaginación, no podía estar pasando esto.

Imposible, no creí que eso fuera posible.

Los animales no se infectan o eso creí cuando él bengala se dirigía a toda velocidad hacía nosotros, entonces pude ver qué había un guardia montando a la bengala.

Cometa dió un rígido grotesco hacía él bengala, listo para atacar.

–Cometa vete y no vuelvas– escuché como me gruño en respuesta– es una orden, debes acatarla– me chilló, no se quería ir, así que no tuve más opción y prendí la pistola y disparé.