El diario de Marjorine

XIII

Lunes, 20 de marzo.

Querido diario,

Esta mañana no pude tomar el autobús porque me desperté tarde, entonces papá me llevó en su auto.
Cuando me bajé, me dijo que si no me iba bien me castigaban y se fue. Ni siquiera me dijo que tuviera un buen día ni nada... Meh, como sea.

Mientras caminaba al salón recordé que tenía que elegir un club, hacer el informe del laboratorio, terminar el regalo de Kenny y escribirle a Trent y Bradley. Dios mío, tanto que hacer y tan poco tiempo...

Llegué al salón y me senté en mi lugar, saqué una libreta y empecé a hacer dibujitos. Escuché unas risas, entonces me dí la vuelta y vi a Cartman riéndose de Tweek. Él se burlaba de cómo siempre estaba despeinado y que, en sus palabras, Craig no lo dejaba dormir. Tweek se enojó y le gritó que se callara, pero obviamente Eric no le hizo caso. Yo no sabía si ir y arriesgarme a quedar como chismosa o no, pero la verdad era medio complicado decidir que hacer.

Lo pensé por unos segundos hasta que ví como Tweek le metió un puño en la mejilla a Eric y empezó a gritarle que se fuera a la mierda. Fue lo más épico que he visto en mi vida, alguien poniendo en su lugar a Cartman... No tiene precio.

Me reí bajito, y Cartman le dijo a Tweek que era un esquizofrénico de mierda y que por eso sus padres lo explotaban en la cafetería, y Tweek le pegó un derechazo jajajaja.

Luego llegó Kenny y se sentó a mi lado, miró a Cartman y me dijo "Y... Explotó. Me sorprende que Tweek haya aguantado tanto, porque conociéndolo..." Yo lo miré curiosa y él siguió "Sí, la última vez que Cartman le dijo algo así, Tweek le dijo que se fuera a la mierda, solo que no tan así, no sé si podría... No, sí podría, pero no lo haría para no causar más conflicto... Es respetable, pero lo lleva al extremo. Como sea, si yo pudiera también le daría una buena paliza. A veces se lo merece, y lo digo yo, que soy su supuesto mejor amigo."

Yo me reí otra vez, y Kenny me vió mientras sonreía. Yo me dí cuenta y miré a otro lado, dudando si preguntarle que quería (obviamente refiriéndome a lo de su regalito de cumpleaños pero sin ser tan directa para no arruinar la sorpresa).

No pude hablar, me dió pena jajaja ;(

En fin, luego se acercó Stan y se llevó a Kenny, por lo que me quedé sola otra vez. Seguí dibujando hasta que llegó el señor Garrison. Wendy volvió a preguntarle lo de los informes de la biblioteca y él dijo "Ah sí, bueno... El director PC no dijo nada, entonces... Eso. No hagan nada, si preguntan, decimos que nunca confirmaron." Y con eso todo el salón se animó.

Después, en el almuerzo, Kenny volvió a llevarme a la mesa con los demás. Pero esta vez fue raro, todos estaban muy callados, como si no quisieran discutir. Yo tampoco quería hacerlo, entonces no dije mucho. Me fijé en los almuerzos de los demás y vi que, de nuevo, Kenny no tenía almuerzo. Le ofrecí la mitad del mío, y cuando me dijo que no, Kyle dijo "Kenny, ella te está ofreciendo. Es descortés decirle que no a una dama" y él, riendo, dijo "Yo sé, es que no tengo hambre. Además, es medio hijo de puta mendigarle la comida a los demás. Digo, soy pobre, pero no es para tanto."

Kyle le tiró una mirada amenazante y Kenny, mirándome nerviosamente dijo "Bueno, ya que insistes preciosa" y aceptó. Stan, fastidiado, dijo "¿Así sí? Increíble, lo único que te falta es una maldita correa" y empezaron a discutir. Kyle y Stan soltaban madrazos, Kenny trataba de calmarlos y Cartman me miraba como si quisiera matarme.

Yo me sentía medio incómoda, pero no había mucho que pudiera hacer. Kenny me miró, y a los segundos Kyle gritó "Pues si tanto te molesta que yo hable con otras personas, puedes irte a la mierda. ¡Búscate a otra persona que te aguante, yo ya no puedo!" y toda la cafetería se calló. Todos estaban en silencio, murmurando entre sí y mirándonos.

Ese día el grupo estuvo separado, y como siempre, todos tomando bandos: Cartman y Stan en un lado y Kyle y Kenny en otro ¿Y yo? Yo no hago parte de ningún bando, o al menos no por decisión propia, porque sé que ni siquiera figuro como parte oficial del grupo.

En fin... De camino a casa me senté sola en el autobús, no solo porque no quería más problemas, si no porque Kenny se tuvo que ir luego de la discusión.

Aunque ¿Sabes qué es raro? Que dijeron que había muerto.

Probablemente estaban exagerando, pero hasta que no lo vea mañana no puedo estar tranquila.

Con cariño, Marjorine.