deja de negarnos

capitulo unico

N.O

Las teclas eran precionadas, los sonidos de estas se mezclaban para dar lugar a una sonata de musica clasica, llena de setimientos y emociones por aquel pianista de traje rojo como las llamas.

Podias notar como eran simples invenciones suyas, tan letradas que nisiquiera necesitaba ver las teclas para saber el orden para conocer su propio sonar.

Las personas, en su mayoria señores de edades adultas lo idolatran, aplaudiendo tras cada cancion que dejaba por detras de su estela de fama, canciones que todos podian disfrutar, en especial el.

Canciones que guardaban un enorme sentir que no era un secreto, no para aquel chico que se encontraba dentado a primera fila con un traje azul resplandeciente, tan diferente y unico, resaltando entre la multitud.

Y cuando abre los ojos, lo ve, ese bello avellana de sus ojos, el replandecer de su rostro, y un iconico gorro que llevava a falta de una caracteristica chamarra, aquella que no se quitaba mas que para ocaciones especiales.

Esta era una de ellas.

El concierto termino, gonzalo agradecio y bajo del escenario para encerrarse en su camerino de la moche, fue andres el siguiente en entrar.

Bloqueo con su cuerpo la puerta.

-¿que ocurre?- el de rojo pregunto mientras guardaba lentamente sus pertenecias alistandose para salir de aquel teatro lleno de fama.

-me gustan las canciones a piano- no se movio de su lugar, mientras observaba fojamente al de rojo mientras contunuo hablando -te lo dije hace años, aun eramos crios-

-perdona, no entiendo tu punto- como si no le interesara lo que el otro tenia que decirloe prosiguio con lo suyo.

Suspiro -si lo haces, lo entendiste antes que yo- comenzo a restar distancia entre el pianista y el quedando justo detras, no se atrebia a tocarlo.

-¿tiene sentido que sigas recordandolo?- su voz comenzó a quebrarse, de fondo sonaba un violin, otro musico experto igual que el, dado un ambiente nostalgico y puro.

-si, lo tiene...raptor-

-...sparta-

Sobrenombres que desde su adolecencia no utilizaban, recuerdos que comenzaban a indundarlos, el mayor giro sobre si para tener a su acompañante frente a frente.

-baila conmigo-

Andres quedo atonito a su peticion, aun asi la hacepto. Siendo tomado por la cadera y el posicionando sus manos sobre los hombros de el más alto comenzaron a seguir el ritmo lejano de aquel violin.

-siempre fui mas de pianos-

-quisa por eso soy pianista-

Quedandose asi por minutos que parecian horas, no necesitaban decir ni actuar más  ya lo sabian todo.

Siempre lo supieron.

Y tras risas ligeras, sellaron su reconfortante amor, no necesitaban besarse ni abrazarse para saber que sucederia despues, eso lo tenian claro, sabian que se necesitaban y que despues de este dia dejarian de negarse el uno al otro.

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Compeltamente fuera de lo comun para mi, esta fue una peticion de:

@AMAIAFANDEBOBICRAFT

Algo corto pero la verdad no se me ocurria muy bien que hacer, quiza algun dia aga mas de ellos.